La gran mayoría de los titulares de los medios informativos de Puebla dan cuenta del operativo Encrucijada, donde una célula de los "Zetas", comandada por un Bukanas, fue puesta al descubierto, pero no desarticulada.

El operativo se centró en tres puntos del comprendido Triángulo Rojo, donde se destaca la presencia del grupo armado y su zona de operaciones, principalmente las relacionadas con los delitos de secuestros y robo de hidrocarburos, además de la muerte de tres agentes de la Fiscalía Investigadora de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), quienes fueron asesinados.

Pero el tema de robo de hidrocarburos no empieza ni acaba en esa zona.

Investigaciones no reveladas en forma oficial tanto de autoridades federales como del estado, dan cuenta de la presencia de células de los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG), además del Cártel del Golfo e incluso de bandas de Michoacán.

Y le cuento al lector, mientras que los municipios de Atzitzintla, además de las poblaciones de Encrucijada y San José Cuayachapa, seguían rodeados por fuerzas federales, en zonas como Tepeaca, de manera específica en Huixcolotla, se vendían a granel galones de 20 litros de gasolina.

Y las compras fueron muchas.

En Amozoc, la presencia de los huachicoleros fue puesta en evidencia con la circulación de vehículos que transportaban el hidrocarburo, además de quienes vendían los galones de gasolina robada.

En otras palabras, el golpe mediático de la Fiscalía General del Estado (FGE), sólo afectó una parte de la red de robo de hidrocarburos.

Municipios como Quecholac, Tecamachalco, Acatzingo y otros, no fueron tocados, más que con una presencia policíaca que sólo se limitó en recorridos.

En la ciudad de Puebla ya se evidenció la presencia de este grupo de maleantes, principalmente en las colonias del oriente del Estado, donde los mismos cuerpos policíacos han reportado agresiones armadas y de privación ilegal de la libertad.

Aun está tibio el caso de la Policía del Estado, que detuvo a dos elementos del municipio de Puebla que intentaron evitar que los uniformados detuvieran a huachicoleros que movilizaban cinco camionetas cargadas con hidrocarburos robados.

Los dos municipales adscritos a una Junta Auxiliar del oriente de Puebla, defendieron a los delincuentes que le estaban disparando a la Policía del Estado.

Su acción les costó su libertad.

Pero no fueron ni han sido los únicos.

‎La protección a estas mafias, desde los "Zetas" hasta los que no han sido revelados, de manera oficial, tiene orígenes más altos que una presidencia municipal o su policía.

‎Parece que ya se olvidaron del exdirector de la Policía del Estado y su jefe del grupo de reacción, quienes están presos por proteger a huachicoleros.

El mismo exsecretario de Seguridad, Facundo Rosas Rosas, señalado por proteger a este tipo de delincuentes.

No hay que olvidar que el grupo los “Zetas", se fortaleció en Puebla, en la administración pasada.

No hay que olvidar la granada de fragmentación que este mismo grupo habría dejado en un céntrico negocio de venta de pollo, para reclamar porque estaban vendiendo, otra vez, la plaza.

La administración que le comento ya prescribió.

‎¿También el acuerdo con los de la última letra?

Nos vemos cuando nos veamos.

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