1. Generacionalmente viví mis horas de infancia y pubertad al lado de amigos extraordinarios. Pobres casi todos, ricos uno o dos, quizás. Entre los primeros corrí en los patios de vecindades tirando la ropa colgada en los tendederos para secarse, recibiendo no solo reclamos, sino hasta jaloneos o pellizcos hechos por las afectadas lavanderas.

2. Con uno o dos de los ricos fui a restaurantes donde había en la mesa 3 cucharas, 3 cuchillos, 3 tenedores, 3 copas, atendidos por meseros muy elegantes, pasmándome en un mundo muy ajeno a la Bella Chichigüas, estampa de la Mixteca profunda.

3. Desaparecieron Memín, Chamaco, Los Súper Sabios, pero en aquellos comics aprendí valores ahora inexistentes que afortunadamente muchos nacionales rescatan diariamente del olvido.

3.1. Con Memín aprendí que los negros son serios, leales, audaces, competidores innatos en el hacer diario.

3.2. Con Chamaco: El orden grupal donde existen los liderazgos: Obedezco, pues sé mandar.

3.3. Con Los Súper Sabios atendí mayormente mis cuadernos, libros, tareas o mandados domésticos.

4. Viviendo en un país atrasado, penetrado minuto a minuto por el proceso transcultural gringo, llegaron con los coches, estufas, refrigeradores, también los comics.

4.1. No hay niño hispanoamericano que no haya conocido a la familia Donald, cuyo eje dominante —sin ver a especialistas—, es el $$$ dólar, en el ícono que es el tío Rico McPato, el cual goza de los placeres del aseo matinal, vespertino o nocturno, bañándose con cubetas de dólares oro —por ahora fuera de circulación—.

4.2. Los sobrinos Hugo, Paco y Luis, que viven dignamente bajo el techo que les da otro tío —no Rico McPato—, sueñan ante cualquier deseo que llegue el viejo millonario para satisfacer sus deseos. McPato el viejo no llegó nunca a resolver nada.

4.3. Es más, un día cuando interrogado fue por los 3 sobrinos nietos les contó que sus millones los empezó a hacer vendiendo lápices con goma en un vaso. Minutos después, el trío de aspirantes a recorrer el mismo camino, con vasos y con lápices en la mano le preguntó: ¿Y ahora qué hacemos?

5. México, país de 117 millones de descendientes del “Hombre Cósmico” (José Vasconcelos); con 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio; 16 mil 400 kilómetros lineales de costas; lugar de asentamientos de bosques, praderas, sabanas, selvas, aguas interiores en abundancia, pobladores entusiastas, animosos, ordenados, respetuosos de las leyes desde 1821 hasta ahora no evoluciona satisfactoriamente como civilización, aunque la mayoría lucha arduamente por ello.

6. Los culpables son los gobiernos que desconocen historia de la economía, pues ignoran historia de las civilizaciones, que es la historicidad para el desarrollo social.

7. Algunos en México esperan la repetición del milagro teutón o el japonés o el de los 6 tigres asiáticos, o en Singapur, nadie invoca a la ingeniería social de los países nórdicos; bien por pereza o porque les da pánico ser del común.

8. Alemania, derrotada en la Primera y Segunda Guerra Mundial, renace a su grandeza por organizar a su sociedad para la producción, estimulando educación, alimentación, habitación, transportes públicos, generando ciencia con tecnología; al igual que Japón, o los nuevos ultracapitalistas de Asia.

9. Estas hazañas nacionales de capital —educación-laboralismo-ciencia-tecnología-honestidad social-liderazgos administrativos públicos—, no pueden ser imitadas toda vez que el desarrollo social como las revoluciones a la luz marxista-leninista, se atiene a las condiciones objetivas y subjetivas de cada país.

10. México espera al tío Rico McPato, El Economista (15-III-2017) dice en sus páginas 36 y 37 que de 2013 a 2016 38.1 % de 134 mil 964.7 millones de dólares extranjeros fueron nuevas inversiones. Las más significativas de este 38.1 % son:

1. CDMX: 8,135.5

2. Estado de México: 5,442.9

3. Jalisco: 4,053.2

4. Guanajuato: 3,458.5

5. Coahuila: 3,283.1

6. San Luis Potosí: 2,939.2

7. Baja California Sur: 1,625.0

8. Puebla: 1,666.8

9. Nuevo León: 2,237.3

11. ¿Seguimos esperando al tío Rico? O procuramos mayores esfuerzos para crear riqueza con empleo y servicios públicos dignos.

NUESTRA CASA

Asombra a los visitantes la ultramodernización del museo de los Hermanos Serdán.

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