Tuvieron que pasar 4 años para que dos hombres, acusados falsamente de violación tumultuaria y robo agravado pudieran obtener su libertad, luego de padecer todos los problemas que usted se imagina, sobre todo para los que llevan el estigma de violadores.

Y de nuevo se comprueba que la Fiscalía General del Estado (FGE), en ese entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ), realiza investigaciones al vapor y con tal de acumular puntos a su favor no le importa a quién se llevan por delante.

El nuevo caso de abuso, que podría terminar en una demanda por daños y perjuicios, le ocurrió a Gerardo B., y Julián M., quienes estuvieron presos en el penal de Teziutlán y que además del abuso en su contra, todavía fueron víctimas del burocratismo con el que se mueve el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).

Estos dos hombres fueron acusados por violación tumultuaria y robo en agravio de Mario N., quien al final no solo no pudo demostrar lo que denunciaba, sino que además falseó declaraciones, lo cual debió haber sido advertido por todos quienes se encargaron de las investigaciones del caso, que fue radicado en el proceso 79/2012.

De hecho, pese a que el juez de lo Penal de Teziutlán dictó una sentencia condenatoria, esta se cayó cuando en Segunda Instancia, de acuerdo con la Toca 177/2014, de la Segunda Sala en Materia Penal, fueron absueltos porque jamás se pudo demostrar el delito.

Desde los peritos hasta quienes investigaron el caso, falsearon pruebas que al final no pudieron ser sostenidas ante la defensa interpuesta por la firma jurídica León y Castillo y tuvieron que recular.

Pero pese a que se demostró al final que dos hombres fueron detenidos injustamente, no hubo ni siquiera una breve disculpa, o que el departamento de prensa emitiera algún boletín donde se informara que eran inocentes, siguió operando el burocratismo.

El juez de lo Penal de Teziutlán tardó 5 días para dar cumplimiento a un ordenamiento.

Es decir, desde el 17 de abril debió ponerlos en libertad y por sus pistolas los liberó cuando quiso.

Ya que cuando se trata de una sentencia de Alzada, deben obedecer de inmediato.

Y entonces los mantuvieron 5 días privados de su libertad.

Este abuso no tarda en tener una lógica consecuencia.

Nos vemos cuando nos veamos.