En una “histórica” acción legislativa, Salvador Escobedo Zoletto anunció que ayer presentaría 41 iniciativas de ley.

Una hazaña digna de ser registrada y avalada por The Guinness World Records.

La espectacular cifra de 41 iniciativas en una sola sesión representa una verdadera gesta de un diputado local, tomando en cuenta que hay legisladores que en un periodo no presentan ni una.

Lo que no dijo es que sus 41 iniciativas, sumadas a las 7 que presentó la semana pasada, alcanzan las 48, son simples y pequeños cambios al texto de la ley.

Según este diputado, se la pasó todo un mes trabajando para sacar el quehacer legislativo y poder así entregar este enorme paquete de iniciativas de reforma de ley para que lo aprueben.

Sin embargo, el contenido de al menos 38 de las 41 presentadas el lunes, es la misma gata, solo que revolcada, ya que se refieren a dejar de utilizar como parámetro de medición los salarios mínimos y pasar a la Unidad de Medida de Medición.

Con dicha cantidad de microiniciativas, presumirá que ha presentado 60, pero seguramente no conoce ni el contenido ni las repercusiones de estas.

Ayer en entrevista telefónica, el reportero Francisco Sánchez Nolasco, de Intolerancia Diario, le recordó que al mes de febrero de este año solo tenía presentadas 13, de las cuales únicamente 6 eran propias, y la pregunta fue: ¿Alguna de estas 6 ya fue aprobada?

Para nuestra sorpresa, el diputado contestó: “No tengo el dato a la mano”.

Pa’la madre.

No estamos hablando de las 60 que supuestamente presentó, sino reduciendo a un mínimo de 13 y el señor no sabe cuántas le han aprobado.

El mayor triunfo para un legislador es que le avalen una iniciativa, pero Salvador Escobedo no tiene la menor idea de lo que presentó.

Y para rematar, justo el día cuando mandó al Congreso del Estado su “gran paquete”, el señor no acudió a la sesión porque dijo: “Ya tenía agendados otros compromisos”.

Vaya cinismo.

Así las cosas, lo que es evidente es que Escobedo busca limpiar la mala imagen que dejó en la Secretaría de Salud, donde minimizó la muerte de una niña indígena en Pahuatlán, ocurrida el año pasado y que generó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitiera una recomendación.

Pero quienes tenemos memoria no podremos borrar jamás su participación del 18 de enero en la tribuna del Congreso, donde cínicamente dijo: “La niña murió porque la ambulancia que tenía el Hospital Integral de Pahuatlán no tenía gasolina”.

Eso sí, presumió que la ambulancia fue dada de baja, pero protegió la negligencia de algunos funcionarios y justificó que los “modernos” hospitales que se construyeron en la pasada administración no tengan lo mínimo para poder operar.

Ese es el verdadero nivel del superdiputado Escobedo.

Por eso estamos como estamos.