Fue en la casa ganadera hasta hoy conocida como “Nuevo Vicencio”, pero que próximamente habrá de cambiar de nombre y estrenarse con todo y nuevo hierro.

Por lo pronto diremos que fue ahí, casi a tiro de piedra de donde a grandes pasos crece la planta automotriz Audi.

Fue invitado a tienta de lujo con pocos y muy selectos amigos que atendieron al convivió de Enrique Núñez, que como ya va siendo costumbre celebró su cumple 50 y tantos más, o 50 y alguno menos: Sergio Flores que anda, en su punto, tal como estuvo la exquisita comida servida: Arroz con una salsa sarandeada de rajas verdes, aguacate, cebolla color obispo y aceite de oliva, y en nuestro caso un costillar con muy buena maciza, respetando la tradición culinaria de que “la buena carne, viene pegada al hueso”, y que estaba como decía del Matador Flores: “en su punto”.

Toreo Sergio como ya va siendo costumbre, con sobriedad, contados son los pasos que da para volver a quedar en el sitio exacto para bien cumplir los “cuatro tiempos” del buen toreo y que NO son tres como la mayoría cree, piensa y dice: “Citar, templar y mandar”.

Este joven y buen torero de Apizaco, complementa bien el cuarto tiempo, que es “ligar” cosa que logra con un buen giro del tronco y solamente un par de pasos para quedar bien colocado para conseguir eso que tan buen efecto hace: el ligar. Muy al contrario del toreo danzarín y de “tocotines” de sus paisanos.

Para lograr este vistoso y muy taurino resultado que muy pocos logran, Sergio por ahora está abusando, quizá inconscientemente del pico de la muleta —alguien tiene que decírselo —, pero cuando logre centrar la embestida en la bamba de la muleta, resultará, obtendrá el efecto cautivador de un toreo triunfal.

Como antes en el cabezal afirmamos: “entre matadores te veas”, acudió también de tentador invitado el joven matador aguascalestence Diego Sánchez, alternativado hace 2 años, con diez y siete de edad entonces. Llegó acompañado de su padre, el también matador Luis Fernando Sánchez, actualmente Profesor e instructor de la ACADEMIA TAURINA que sostiene el municipio de Aguascalientes y que va marchando bien gracias al entusiasmo de su popular y estimado director: Evodio.

A la mesa se sentaron con nosotros los matadores Manolo García Méndez y el menor de esa casa ganadera y torera, Carlos, a quien familiarmente el matador Mario del Olmo, también presente llama “Virote” en remembranza de aquello de “Virus” que Rodolfo Rodríguez, dedicará a Carlos García Méndez.

En la misma mesa sentóse el mata Raúl Ponce de León, quien oficio de picador, y resultó severamente criticado por los muy conocedores aficionados presentes, pues al picar, en vez de “partirle el pelo” a la vaca con la puya, lo que le partió fue el rabo.

En sus palabras de agradecimiento a los asistentes, el festejado trajo a la mente del recuerdo de la tarde en Las Ventas de Madrid donde él y Mario del Olmo fueron testigos de un sonado triunfo de Sergio Flores, quien esa tarde, aun de novilleros alternó con el madrileño Alberto López Simón y el francés Thomas Dufau, triunfo aquel, que la prensa hispana rotuló: “El valor huele a Flores”.

Muy buena labor de Sergio compartiendo la tarde con Diego Sánchez, ambos, poniendo el temple a tono: Diego, para el cierre de la Feria Nacional de San Marcos en su tierra.

Y Sergio Flores para este 5 de Mayo en Acrópolis, estrenado su título “Triunfador de la temporada grande 2016-17 de “La México”, alternando con el mayor de los Adame, Octavio Gracia “El Payo”, llevando por delante al joven rejoneador Santiago Zendejas y con un encierro de “La Punta”.

Charla de gratos recuerdos. Los matadores Mario del Olmo, Sergio Flores y el cumpleañero Enrique Núñez.

En otra mesa, el joven matador Diego Sánchez, acompañado de su padre el también matador Luis Fernando Sánchez, llegados de Aguascalientes.

En plenas labores de tienta Sergio Flores.

Con mando y muleta poderosa vaciando por alto al novillo de tienta.

La “Oreja de Oro” codiciado trofeo en manos de Sergio Flores, recién en Aguascalientes, FNSM.