La posición que ha mantenido la secretaria general del PAN, Martha Erika Alonso, es la de no competir por la candidatura al gobierno del estado en 2018, como ha corrido en corrillos políticos, mesas de café y la comentocracia en general, lo cual a todas luces contradice una corriente de opinión.

Así se lo ha expresado la propia esposa del exgobernador a quien la acompaña en las tareas cotidianas de partido, luego de los destapes sucesivos del presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso del Estado, Jorge Aguilar Chedraui o del presidente municipal de la capital, Luis Banck Serrato.

Es el retrato de la última semana que ofrecen al reportero cuadros panistas cercanísimos a la exprimera dama, quien, sin embargo, no ha bajado el ritmo de sus giras por el interior de Puebla que cada día abarcan tres o cuatro municipios, algunos incluso en lugares apartados hasta donde no había llegado liderazgo alguno.

El trabajo de quien ocupa la segunda posición de la dirigencia al mando de Jesús Giles Carmona mantiene un ritmo por tierra que incluye además, la pernocta en domicilios modestos de liderazgos locales panistas en comunidades apartadas de la Sierra Norte como Xicotepec, Honey o Huehuetla, sitios donde difícilmente había llegado la cúpula.

El trabajo hacia afuera está en marcha, pero lo mismo sucede hacia adentro del panismo, lo que parece haber incomodado al ala doctrinaria. El exdirigente Juan Carlos Mondragón se lanzó hace unos días en contra la secretaria general a través de su cuenta de Tiwtter por una presunta falta de apoyo a la abanderada panista en el Estado de México, Josefina Vázquez Mota, lo cual provocó una polémica en esa red social.

La semana pasada la dirigencia lanzó la convocatoria “Memoria de nuestras acciones” que busca “inmortalizar el testimonio y lucha de quienes” han sido fundadores de ese partido que servirá para publicar un libro testimonial, además haber emprendido el programa “Panista destacada”, que reconoce a sus militantes en el interior del estado.

La secretaria general del comité panista también es autora, estratega y operadora de sus propias redes sociales. La fanpage en Facebook tiene 94 mil 957 seguidores hasta el momento de redactar esta columna; otros 93 mil 970 leen sus publicaciones y según se puede ver en los comentarios y a diferencia de su consorte que bloquea cualquier comentario negativo, Alonso de Moreno Valle los deja pasar.

Algunas de sus citas y comentarios sobre efemérides del día tienen alcances de hasta 200 mil cuentas.

El ejercicio de posicionamiento tierra-aire está a la vista. Es muy parecido al de un perfil que busca catapultarse con una intención ulterior. El tiempo corre y no es necesario subrayar una condición futura: pasada la elección del Estado de México en tres fines de semana más, se dará la señal de salida para competir por las candidaturas disponibles en 2018.

En Puebla el PAN estatal no tardará en colocar un anuncio en sus oficinas con la leyenda: “Se buscan candidatas”. Y es que en aras de la paridad política que contempla la Ley Electoral, ese partido, al igual que el resto de las ofertas, necesitará 3 mil mujeres para competir en todos los niveles de gobierno.

Desde las regidurías, pasando por las presidencias municipales, diputaciones locales, estables y las senadurías con todo y suplencias hasta la joya de la corona, la gubernatura.

La hoja de ruta de Martha Erika Alonso, a la vista, hace difícil suponer que no se está ante el crecimiento de una candidatura futura porque después de todo, el morenovallismo no cuenta con una carta más competitiva.