Una triada para el Movimiento Regeneración Nacional en 2018 es la que comienza a ser vista por propios y extraños, como el team para tener éxito electoral en la contienda en Puebla, donde los dos últimos procesos para gobernador los ha ganado Rafael Moreno Valle.

Para competir contra el aparato mejor preparado en el terreno electoral, aseguran que irá como candidato a gobernador Fernando Manzanilla Prieto, exsecretario de Gobernación con el propio Moreno Valle, con quien trae pleito. La cuña, para que apriete, debe ser del mismo palo.

Interesante apuesta la de Morena si es que se concreta, pues deberá enfrentar a Martha Erika Alonso, esposa del exmandatario y concuña del propio Manzanilla, casado con Gabriela, la hermana de Moreno Valle.

En otro nivel de la contienda, adelantan que irá Alejandro Armenta Mier, diputado federal amonestado por su partido, el PRI, por haber subido a un templete en un mitin de Andrés Manuel López Obrador.

Suspendido de sus derechos partidistas por el desafío del pasado reciente, juran será candidato a la presidencia municipal de la capital de Puebla y al mismo tiempo, factor para desfondar al PRI con un cúmulo de militantes descontentos por la forma como sus liderazgos se han coaligado con el morenovallismo en el Congreso local para sacar reformas legislativas que lesionan a la población.

Al Senado de la República podría competir por la vía del voto el edil de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa, quien el martes de esta semana celebró su cumpleaños número 40 con una comida en Atlixco y una plural convocatoria.

En este escenario, conviene no olvidar a Rodrigo Abdala, actual diputado federal por Morena, probable candidato a senador por la vía plurinominal.

La composición de esta terna de perfiles garantiza al partido de López Obrador un nivel de competitividad mayor al experimentado en la contienda para gobernador en 2016 y lo coloca en la ruta de disputar de tú a tú los principales cargos de elección que estarán en juego el próximo año.

En política nada está decidido. Nadie puede sentirse seguro por el futurismo planteado por quien asume conocer los entretelones de la vida interna de los partidos políticos.

Avanza el reloj y las manecillas apuntan más allá de los temas coyunturales en el escenario en el que dominan la inseguridad en “El Triángulo Rojo”, la ejecución de militares en Palmarito y la explosión de Chilchotla.

Luego vendrá la elección en el Estado de México y con sus resultados, el arranque formal de los aspirantes a los distintos cargos en disputa. Solo entonces sabremos cómo terminará este reacomodo de fuerzas para ganar los mejores y mayores espacios de poder.