Hace exactamente un mes, el 16 de abril, la entrega de esta columna adelantó de la intención del gobernador Tony Gali de presentar una nueva Ley del Notariado en Puebla para frenar las tranzas y corruptelas desatadas en algunas de las patentes que las últimas administraciones han entregado a incondicionales, recomendados o postores.

Al escritorio de este reportero llegó un grueso expediente donde una transacción por el inmueble mencionado puede destapar una nueva y hedionda cloaca en el ámbito notarial.

Una prueba de la práctica ilegal en las notarías cuyo titulares fueron mencionados en aquella entrega http://parabolica.mx/2017/columnas/parabolica/item/1327-van-contra-ilegalidades-en-el-gremio-notarial tendrá lugar este lunes en Huejotzingo, ante la notario auxiliar de la patente número 5, Julieta Gamboa Sánchez.

Pronto deberá comprobar que no se prestó a un robo cometido por presuntos compradores de una propiedad, ubicada en la calle 6 Norte #1002 de Cholula.

Dos personajes de dudosa reputación, Obdulia Rosas Herrera y el abogado Jehová Cerón Rojas decidieron hacerse de ese predio urbano, según consta en el número de certificado 104955, sin que su propietario original supiera siquiera que ya había firmado los documentos para efectuar la compra-venta.

El expediente no es muy distinto al pasaje bíblico donde Caín arremete contra Abel, hijos de Adán y Eva.

Obdulia es la hermana mayor del dueño original del terreno en disputa, Santiago Rosas Herrera, con domicilio en la Diagonal 9 Norte número 6207 en la colonia 20 de noviembre, quien le cedió una tercera parte de la propiedad para poder habitarla.

Con el tiempo, la consanguínea, que ya tiene antecedentes penales por fraude, se alió con el abogado, quien de manera paradójica lleva nombre bíblico: Jehová. Echaron a andar la maquinaria para despojarlo de esa propiedad.

La firma del hermano menor de Obdulia aparece en los documentos, aunque no de su autoría, según se desprende del primer aviso preventivo con las inscripción 857373.

Conviene recordar que la notaría número 5 de Huejotzingo, cuyo titular es Alejandro Romero Carreto, ya recibió como castigo suspensión de labores por seis meses por el cúmulo de irregularidades documentadas a lo largo de los últimos meses y la advertencia de suspensión definitiva sigue vigente.

En esta columna pronto habrá otra historia de un notario que expidió un acta en la que comparece un adulto muerto en 1955… ¡34 años después, en 1989!

No tendrá pierde y reforzará la necesidad de poner un freno a los abusos cometidos por un grupo de fedatarios carentes de todo tipo de códigos de honor, llenos de avaricia como los 40 ladrones en la obra de Las mil y una noches