Palmarito Tochapan se convirtió en una junta auxiliar muy codiciada.

Primero la zona fue escenario de un enfrentamiento entre militares y huachicoleros, después un lugar donde desfilaron videos, desde los caseros hasta de malandros.

Luego los dimes y diretes fueron más continuos, sobre todo los de políticos.

Y un diputado sobresale como quien tiene el perol de boñiga y lodo.

Aquel que piensa que abaratando la gasolina en “El Triángulo Rojo” se va a acabar el robo de combustible.

“Así nadie lo va a robar”, dice.

“¿Y si sembramos unos árboles de hidrocarburo?”, debe pensar.

Un reporte, de los tantos y tantos con que se desayunan, comen y cenan los habitantes de Palmarito, ahora les indica a qué político deben desairar y en quién confiar.

Y los abogados tirados a redentores son los principales heraldos de este político.

No les voy a decir que se trata de “Nachito” Mier, defensor de Facundo Rosas Rosas, exsecretario de Seguridad Pública del estado y de toda esa administración huachicolera.

Y es que el diputado ahora quiere tener la palabra de todos los de Palmarito, y dirige y encabeza reportes.

Para nadie sería extraño que en sus manos ‎pudo haber tenido el video de los militares que balearon.

Pero todo se trata de lanzar la piedra y esconder la mano para embellecer su ‎camino a Tecamachalco.‎

Y que nadie se diga engañado, don Nacho no manda ni en la Fiscalía, ni en la PGR, ni en la Marina o el Ejército, acaso en su casa.

De cuando el pueblo no quiere a sus gobernantes

¿Por qué será que los vecinos de Moyotzingo confiaron más en las fuerzas policiacas federales que las del estado?

Fueron estas mismas fuerzas las que, de primera mano, supieron la ubicación de Orlando Xolapa Sánchez, “El Chivo”, quien junto con otros 7 sujetos, dos de ellos sus hermanos, asaltó a una familia que regresaba de la Ciudad de México, asesinando a un niño de dos años y violando a la hermana y madre de este.

“El Chivo”, jefe de la banda identificada como “Los Moyos”, hermano de “El Japonés”, otro asaltante actualmente preso en el penal de mediana seguridad de Tepexi de Rodríguez, tras su fuga del Cereso de Huejotzingo, no huyó de su pueblo tras lo ocurrido la madrugada del 2 de mayo, seguía en la zona muy quitado de la pena.

Elementos de la Dirección de Seguridad Regional de la Policía Federal no hicieron más que corroborar la denuncia ciudadana, para luego atrapar al sospechoso.

Renato Sales Heredia, comisionado de Seguridad, fue demasiado amable al decir, en la conferencia de prensa ofrecida en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación, que hubo bastante apoyo, cuando en realidad se trató de un reporte ciudadano.

Le comento que “Los Moyos” son una banda con muchos años de operar en los asaltos a transporte, de usuarios de autobuses foráneos, en carreteras, negocios, casas habitación y que sí estaban plenamente identificados, sobre todo por la Policía Ministerial.

Los mismos pobladores de Moyotzingo estuvieron a punto de linchar a “El Japonés”, cuando este se había escapado de prisión y vivía muy campante en esta junta auxiliar.

Fue por esta razón que el reporte ciudadano buscó otras instancias que no estuvieran comprometidas.

La Fiscalía General del Estado (FGE) ya tuvo su primera “ayudadita”.

Les toca.

Nos vemos cuando nos veamos.