De manera inédita y por partida doble, la Interparlamentaria México-Estados Unidos trascenderá a las habituales reuniones casi de cortesía, de turismo legislativo y ocasión para la foto grupal, para convertirse en un verdadero espacio de debate, incluso con la posibilidad de choques entre los diputados mexicanos y los representantes estadounidenses, que se realizará en la Ciudad de México los días 4, 5 y 6 de junio; arranca precisamente el domingo cuando en cuatro estados se estén realizando comicios.

El otro punto novedoso es que por primera vez un poblano, en este caso Víctor Manuel Giorgana Jiménez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de esta legislatura en San Lázaro, lidera la delegación mexicana, integrada por diputados de todos los partidos.

Giorgana y un grupo de legisladores están desde el martes en Washington para acordar con sus pares de la Unión Americana la agenda que habrá de abordarse en esta reunión, que cobra por primera vez un especial interés entre empresarios, líderes migrantes y funcionarios de gobierno de las dos naciones, por los resultados que pueda arrojar en temas fundamentales de la relación bilateral.

El nuevo contexto de amenazas constantes y acciones agresivas de la administración de Donald Trump contra México y los paisanos que viven del otro lado de la frontera, sumadas al clima xenofóbico de grupos y personas radicales que se han envalentonado con el discurso del republicano, le dan un giro de 180 grados a este encuentro.

Antes, eran citas en las que unos y otros intercambiaban halagos, hacían turismo y al final se sacaban la foto todos sonrientes y campechanos.

Ahora, hay temas de vital importancia para los dos países y pocos puntos de coincidencia en la visión que tienen, especialmente los representantes republicanos con los diputados mexicanos.

Se prevé que los temas insoslayables de la Interparlamentaria sean la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC para nosotros, NAFTA para ellos); la seguridad fronteriza, el muro que Trump ya ordenó construir en los 3 mil 152 kilómetros de la frontera con nuestro país.

Por su puesto las medidas antimigración del magnate; la amenaza de cobrar impuestos a las remesas que realizó el representante republicano Mike Rogers, quien anunció una iniciativa para gravar con 2 por ciento los montos que los paisanos envían a sus familias a México y que en 2016 alcanzaron su cifra récord con 26 mil 970 millones de dólares.

Tan solo para Puebla en este mismo año la cantidad fue de mil 462 millones de dólares, muy buen ingreso, aunque aún por debajo del máximo histórico que se dio en 2011, cuando llegaron a la entidad mil 469.6 millones de dólares.

En la delegación de legisladores que encabeza el poblano Giorgana en Washington esta semana, también estarán Cristina Jiménez del PAN, Alberto Silva del PRI y Agustín Basave del PRD.

Entre sus actividades, tuvieron un primer debate o al menos charla, con empresarios estadounidenses, integrantes de la Cámara de Comercio Estados Unidos-México, que reúne compañías de aquella nación que operan en territorio nacional.

Hay que recordar que en debate por el amago de gravar las remesas, Giorgana Jiménez reviró al representante estadounidense y advirtió que habría medidas “espejo”, pues los diputados federales grabarían "en la misma proporción" las utilidades que las empresas estadounidenses obtienen en México y se llevan a su país, las cuales se calculan anualmente en 20 mil millones de dólares.

El encuentro se advierte de mucho debate y jaloneo, lo cual es un reto para los integrantes de la delegación y una buena oportunidad para que Giorgana muestre las tablas y el oficio.