“Voy a buscar la gubernatura de Puebla. Juéguesela conmigo, yo nunca llevaré a mis amigos al abismo. Y si no soy, buscaré que su trabajo lo aproveche el que quede como candidato”, me dijo sin conocernos, un 18 de enero de 1998, el licenciado Melquiades Morales Flores, entonces senador de la República.

En 1991 yo había iniciado en Tehuitzingo el proyecto de siembra de praderas para mejorar la ganadería de la Mixteca poblana, con la introducción del pasto llanero.

Después, en 1995, Manuel Bartlett Díaz, siendo gobernador del estado, impulsó el Programa Regional de Bordos, Pastos y Ganado a propuesta del que esto escribe.

Dar agua, alimento y apoyo con ganado mejor y en ese orden fue la esencia del programa.

Praderas para mejorar la alimentación del ganado, retener el suelo, mejorar condiciones para el desarrollo de  la fauna silvestre, elevar la productividad y los ingresos de los ganaderos, era algo que no se había hecho en Puebla.

Axutla, Tulcingo, Chiautla de Tapia, Teotlalco y Jolalpan, aún pueden dar cuenta de ello (en este año, retomaremos la producción de semilla, como lo hemos hecho ya en otros años). 

En sus recorridos por el sur del estado, el senador Morales Flores había conocido estas innovaciones, y esto me dio la oportunidad de conocerlo.

En mayo de 1998 resultó candidato. “Haga un programa de agricultura familiar, huertos, granjas, para que la gente tenga qué comer y desarrolle mejor sus actividades agropecuarias”, me pidió.

Un gobernador comprometido con el sector agropecuario

Su gobierno lo inició el 1 de febrero de 1999 y, con su apoyo, yo me incorporé al gobierno de la República como delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria.

Recuerdo que ya en junio de ese año estábamos entregando certificados agrarios en Libres, cuando ocurrió el temblor, de casi 7 grados en la escala de Richter, que dañó muchas iglesias y edificios de la capital y otros municipios.

Posteriormente, en octubre, se presentaron las lluvias torrenciales en la Sierra Norte en donde se desbordaron los ríos.

Hubo muchas afectaciones. A consecuencia de ello, fue que en enero, como ya lo he comentado antes, conocí el bambú.

Ese mismo año se instaló la primera barrera protectora  contra desbordamientos con esta planta en la colonia Morelos, municipio de Tenampulco, a orillas del Río Apulco.

Y fue en 2000 cuando a invitación del gobernador Melquiades Morales Flores, en el mes de mayo, fui nombrado secretario de Desarrollo Rural del estado de Puebla.

Aquí nacieron los proyectos de huertos y granjas familiares, de fomento al cultivo del bambú, se fortalecieron planes de represas para dar agua al ganado aprovechando la lluvia, así como el cultivo de la pitahaya.

Se establecieron también los primeros bosques de cedro rojo y caoba en la Sierra Nororiente así como los de árboles de Navidad en la historia de Puebla.

Dos años después, en 2002, el apoyo político de Melquiades Morales me llevó a ser presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Puebla y en 2003, candidato a diputado federal por Acatlán en la LIX Legislatura.

Ya siendo electo un día me llamó para preguntarme quién debía ser el coordinador de los diputados poblanos. Propuse a 5 compañeros. Me dijo que lo analizaría y tomaría una decisión. Pero 8 días después me llamó para decirme que quería que yo fuera el coordinador: “No haga nada. Solo déjese querer”, señaló.

Un político siempre cercano a la gente

Melquiades Morales es un real producto de la cultura del esfuerzo. Un político que con grandes sacrificios pudo hacerse abogado y con un gran trabajo ha escalado las más altas responsabilidades.

Siempre cercano a la gente mostrando un interés auténtico por sus necesidades y problemas. Un gobernante que siempre mostró rostro humano en su gobierno y calidez en su trato,  algo que se ha perdido en quienes han adoptado vallas metálicas.

Hace unos días el Senado de la República, a propuesta del Ejecutivo federal, aprobó nombrarlo embajador de México en Costa Rica, un país con el  que se han tenido relaciones extraordinarias además de una enorme riqueza natural y una convivencia pacífica como pocos países. 

Un convenio firmado en 1991 entre la Escuela Centroamericana de Ganadería y la Universidad Autónoma Chapingo permitió  a 7 costarricenses hacer carrera de ingeniero agrónomo en esta última.

Con este motivo y a iniciativa de Luis Bank, presidente municipal de Puebla nos reunimos la mayoría de quienes estuvimos formando parte del gobierno 1999-2005 para despedir a nuestro amigo.

Por ello, agradezco muy sinceramente al embajador Melquiades Morales Flores todo su apoyo recibido para hacer una carrera política y le deseo el mayor éxito como representante de México en Costa Rica.

Director del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas

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