Un gran malestar ha causado entre priistas del municipio de Izúcar de Matamoros la venta indiscriminada de afiliaciones para el partido con miras a las elecciones de 2018.

Y es que lo que indigna no solo es que se paguen 100 pesos a cada persona que lleve su credencial de elector para registrarse, sino que se aprovechen de la necesidad y pobreza de la región, además de que se inflen padrones con gente que en realidad no converge con el tricolor.

De este modo, el llamado “presidente espurio” del comité municipal del PRI en Izúcar, Gabriel Conrado Corte y también líder cañero, pretende hacerse de una candidatura a la diputación local o federal.

El proceso se integró por dos etapas, la primera arrancó el 11 de mayo y terminó el 15; el segundo fue desde el jueves 18 y concluyó este lunes 23.

Y dicen los mismos que saben, que en este municipio, otrora bastión priista, se invirtieron muchos miles de pesos, ya que las filas para adherirse fueron enormes.

Ni de aquí ni de allá

Mientras tanto, continúan las especulaciones, como las que señalan que Alejandro Armenta Mier se quedará como “el perro de las dos tortas”.

Y es que se afirma que el legislador federal, quien apenas renunció al PRI, no podrá obtener alguna candidatura por el partido encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Y todo por su pasado priista, dicen los que saben.

Asimismo, otro que ha buscado esta opción de izquierda es nada menos que el exlíder yunquista, Francisco Fraile.

Todo porque quiere a toda costa llegar a un puesto de elección popular, cueste lo que cueste.

De este modo, buscó un acercamiento con Rodrigo Abdala, a quien no solo le prometió el voto de muchos panistas y yunquistas, sino hasta jurar lealtad a AMLO.

De ese grado la desesperación. Aunque usted no lo crea.

El presidente ciudadano 

La semana pasada el presidente municipal de San Martín Texmelucan, Rafael Núñez, en una entrevista con un medio local, literalmente se quebró.

En su desesperación e impotencia, imploró en llanto al pueblo texmeluquense unirse en contra de los comerciantes que tenían tomada la presidencia municipal.

A las pocas horas, fue restituida.

Con ese discurso emitido, con voz quebrada y en medio de sus ojos anegados, el edil demostró que no es un político común, sino uno con mucha más sensibilidad de la esperada para gente con estos cargos.

A cualquier político simplemente no le importaría que le tuvieran un plantón, como fue el caso en el Congreso de Puebla, donde cerca de dos meses se mantuvieron manifestantes de Jolalpan.

A Rafael Núñez sí le importaba seguir trabajando, así de simple.

Ahora dicen las huestes del Partido del Trabajo (PT), que se ha ganado su lugar en busca de una curul el siguiente año.

Ya se verá.