El penoso caso de las dos mujeres y el hombre asesinados por usura deja mucho que pensar, sobre todo porque no es el primer caso de gente desesperada por no poder pagar una deuda con altos intereses, aunque también es claro que un homicidio, en este caso triple homicidio, se pueda justificar como un crimen.
En materia de legislar justicia todavía estamos muy mal, la usura debería ser un delito que castigue con ejemplares acciones legales, sobre todo porque hay mucha gente mal intencionada que se aprovecha de la necesidad para ofrecer amplios préstamos que llegan a cobrar en impagables intereses. Alguien debe poner el “dedo en la llaga”.
Pero eso no nos compete, lo que nos llena de “ternura” es que nuestro secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM), don Amadeo Lara Terrón, haya buscado “calorcito” en la Procuraduría General de Justicia (PGJ) para “justificar” el mal desempeño de la Policía Municipal Preventiva (PMP) por muchas causas, porque son pocos elementos, porque estos están desanimados por los malos tratos que reciben, al grado de que a últimas fechas sus “boletines de prensa” y conferencias son de delincuentes detenidos por vecinos de alguna colonia o por pasajeros y después entregados a la uniformada.
El encargado de la comunicación social del secretario debió haberse puesto las pilas recomendándole a su jefe que era mejor guardar distancia en el caso de Granjas del Sur, que hacerse presente por muchas razones.
Primero, los vecinos están molestos porque la vigilancia en su colonia es nula, luego porque los policías que fueron llamados por los vecinos llegaron media hora después y aún más porque su “estado físico” no les permitió que pudieran escalar una barda y, para ser honestos, el triple crimen se esclareció por dos razones: primero, porque hubo un testigo que dio pormenores de lo ocurrido y segundo, por la eficacia en la reacción de la Policía Ministerial.
Con todo respeto, don Amadeo estuvo presente tras el doble crimen en la colonia La Paz; luego, en un tercer caso de asesinato en la misma zona y hasta el momento los responsables no han sido detenidos.

Otra travesura de los de Inteligencia de la Estatal
No está usted para saberlo ni un servidor para contárselo, pero la PGJ podría estar armando investigaciones en contra del grupo “elite” de la Policía Estatal Preventiva (PEP), conocido también como “Grupo de Inteligencia”.
Resulta que “los angelitos” en días pasados detuvieron a un grupo de sujetos que se dedican al asalto a transportes encontrándoles una vasta carga propiedad de la empresa Coppel. Los uniformados decidieron darle un “pellizcote” al camión y se quedaron con muebles y otros valores, además de que le dieron una “ayudadita” a los malandros y los dejaron ir.
Resulta que la Policía Ministerial en Libres detuvo a los mismos asaltantes y salió a relucir la “transita” de los muebles y ahora hay una investigación.
Por cierto, el anónimo que envía esta información dice que no digamos que Antonio Pacheco es uno de los personajes “bajo la lupa”.

Otros policías atracadores
La madrugada del sábado 5 de noviembre, para ser precisos a las 4:15 horas, el compañero foto-reportero Pablo Spencer Casrells, esperaba en la 3 Oriente y la 18 Sur —esquina donde se encuentra en Hospital de la Policía Auxiliar— la llegada de un taxi, pero en su lugar llegaron dos policías al parecer ya de descanso, en una moto.
Uno de los uniformados se bajó para pedir al compañero se identificara y luego revisó su mochila y se dio cuenta que llevaba equipo fotográfico y de cómputo, entonces decidieron asaltarlo; lo roció con gas lacrimógeno y luego escaparon con sus valores.
El atracador vestía como policía, hablaba como policía y robó como vulgar ladrón.
Al respecto del robo, existe la denuncia y está radicada con la averiguación previa 933/2011/DMZS.

Finanzota en el Sexto de lo Familiar
Los demonios estaban ocultos en el Sexto de lo Familiar, cuando la ama de casa Gloria Osorno García de 65 años de edad, estaba a punto de recibir indicaciones de cómo iba a cobrar la pensión alimenticia que a su aun esposo, que decidió abandonarla a su suerte, pero algo ocurrió y a la mujer le pintaron prácticamente “un violín”.
Gloria Osorno había solicitado la protección de la justicia pues su esposo, que entre otras cosas nunca la dejó trabajar, decidió abandonarla cuando la diabetes hizo su aparición, además de otros malestares de una mujer de 65 años de edad; en ese mismo juzgado fueron presentadas del expediente clínico del ISSSTEP, número 867/2011, que en un inicio “conmovió” al juez Enrique Zepeda Camacho.
Doña Gloria Osorno fue informada que a su marido le iban a quitar 40 por ciento de su salario para apoyarla, era lo legal, pero cuando esperaba la fecha para recoger lo que le corresponde por derecho le dijeron simplemente “no, no se puede” y hasta le hubieran regalado una “florecita” si no es que la ama de casa se mostró indignada por el cambio tan repentino de la justicia.
No se vale.
Nos vemos cuando nos veamos.