En la guerra de las encuestas, queda claro que en el Estado de México no hay nada para nadie y que entre el PRI y Morena todo puede suceder.

Lo que también es un hecho es que en el Edomex la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, volverá a terminar en un lejano tercer lugar. No es gratuito el que ya le digan la candidata de bronce.

Cambiando de estado, en la elección que parecía estar decidida, que es la de Coahuila, en favor del PRI, una encuesta de El Universal pone al candidato tricolor Miguel Ángel Riquelme, con una ventaja de 4 puntos por encima del panista Guillermo Anaya.

De acuerdo con el estudio de este periódico, el PAN podría perder en Coahuila, dejando muy mal parados a varios albiazules, incluido Rafael Moreno Valle, quien ya cantó la supuesta victoria de Riquelme en ese estado norteño.

De confirmarse el vaticinio de El Universal, el PAN cerraría muy mal este año, teniendo que conformarse con la gubernatura de Nayarit, que además es uno de los dos estados más chicos del país.

No falta mucho para que se resuelvan las incógnitas y por supuesto, veremos y diremos.

Una loca historia del CIS

Recibí una llamada de un trabajador de la Secretaría de Finanzas para narrarme una de las muchas atrocidades que se cometen en el CIS.

Pidiéndome guardar su identidad, relató esta historia, que palabras más, palabras menos, les cuento.

En las oficinas centrales del CIS, un contribuyente hizo un trámite vehicular donde tuvo que dejar su factura en garantía para realizar un pago en parcialidades. Al efectuar el último pago y pedir su factura, cínicamente le informan que el documento original se les perdió.

Con sobrada razón, este ciudadano estalla en cólera, ya que tenía urgencia de vender su vehículo y exige que se le resuelva el problema de inmediato, a lo que la jefa de la oficina, Inés de Jesús Osorio, decide solucionar el problema de la manera más ridícula y absurda posible.

Aunque usted no lo crea, doña Inés optó, junto con la supervisora Laura Maliachi, por exigir a los analistas y empleados que ahí laboran y que no son responsables del resguardo de las facturas, que deben vender 2 boletos para una rifa para juntar el dinero para comprarle el vehículo al iracundo contribuyente y así "solucionar" el problema, en un acto que además de la imposición a los trabajadores, demuestra las locuras con las que muchos funcionarios tapan sus propios errores.

Sobra decir que la mayoría de los empleados está en total desacuerdo con los tratos que debajo del agua realizan dichas funcionarias, bajo la complicidad de su jefa Arely Núñez.

Por increíble que parezca, estas señoras decidieron organizar una rifa entre sus subordinados para comprar el vehículo y evitar que trascienda el hecho de haber perdido la factura.

Por cierto, las responsables de estas barbaridades llevan 15 años en la dependencia, sin que nada ni nadie hagan algo para detenerlas.

Ver para creer.