Fiel a su costumbre, Rafael Moreno Valle decidió jugar a la segura en Nayarit, antes que arriesgarse a perder en Coahuila y mucho menos quemarse al lado de Josefina Vázquez Mota en el Estado de México.
Como si todos los estados fueran iguales, el suspirante presidencial poblano le dio un pellizco a la alcancía y se lanzó —junto con varios de sus incondicionales— a la Riviera Nayarita para apoyar al candidato Echevarría, quien tenía en la bolsa la gubernatura desde antes que iniciaran las campañas.
Con la victoria asegurada para el PAN, Moreno Valle no dudó en lucrar con ese estado, sin importarle la debacle de su partido en el Edomex y el riesgo en Coahuila.
Así las cosas, el exgobernador no dudó un instante en sacarse la foto del triunfo, mientras sus correligionarios pasaban las de Caín para defender a sus candidatos.
Lo que no dice Rafael es que Nayarit comparado con el Estado de México representa lo de una junta auxiliar.
Veamos. Hagamos números.
Con la patética actuación de Josefina Vázquez Mota en el Edomex, la señora obtuvo 655 mil votos, mientras que Guillermo Anaya también perderá Coahuila con cerca de 650 mil; vaya contraste con los 175 mil sufragios que en Nayarit obtuvo Antonio Echevarría.
Pero para la lógica de Rafael, era mejor colgarse de un minitriunfo, que aparecer como perdedor en los otros estados en donde juntos superaron 1 millón 250 mil votos.
Lo que pierde de vista RMV es que los damnificados por su traición en el Edomex y el abandono en Coahuila le pasarán la factura al momento de las decisiones para la candidatura presidencial.
La operación antiAnaya
Ayer me filtraron un correo titulado "Línea para voceros".
En este texto se dicta la estrategia para arremeter contra Anaya por los resultados de la elección.
Evidentemente, en este momento lo de menos es defender el voto en Coahuila, sino acribillar a su presidente nacional.
Hay que decir que la carta para los supuestos voceros no explica si se refieren a comunicadores comprados, o a operadores de comunicación social.
Este es el contenido de la llamada "Línea para voceros".
Como se puede ver, la defensa de Coahuila no solo pasa a segundo término, sino que prácticamente celebran la derrota y lucran con ella.
En este caso, aunque el texto está impregnado del tufo morenovallista, también podría ser una más de las ideas calderonistas, en afán llevar agua para su señora. Después de leer el artículo de ayer en El Universal de doña Margarita, no sería extraña su liga con la llamada "Línea para voceros".
Bien dicen que en política nada es casualidad.
Puebla y la renuncia del cardenal
A partir de hoy 6 de junio, la renuncia del cardenal Norberto Rivera Carrera es oficial al cumplir los 75 años de edad.
En apego a la legislación canónica, tendrá que dejar el cargo, sin que ello implique que de inmediato se vaya a nombrar al sucesor, ya que es algo que solo determina el Vaticano.
Hay quienes se aventuraron a hacer pronósticos sobre quién será el nuevo cardenal, pero al hacerlo confunden la política mexicana con la política eclesiástica.
En los últimos días comenzaron a manejar el nombre de Víctor Sánchez Espinosa como uno de los candidatos, sin embargo, esta vez el arzobispo primado de México no saldrá del estado de Puebla, sino del Estado de México. Se trata del obispo de Tlanepantla, Carlos Aguiar Retes como el más seguro sucesor de Norberto Rivera.
La señal del Papa Francisco fue clara, es el único obispo que es cardenal en México, aunque a sus 66 años podría ser únicamente de transición, pero es innegable que sigue la línea papal.
El caso de Norberto Rivera, hay dos cosas que marcaron su paso por Puebla. El primero es haber cerrado el Seminario Menor de Tehuacán donde se formaban teólogos de la liberación, a quienes nunca reconoció Juan Pablo II y por ello el nombramiento. Y el segundo que lo dejará señalado, se dio al final de su arzobispado, por proteger al cura pederasta Nicolás Aguilar.
Todo hace pensar que los tiempos en la Iglesia están cambiando y en donde la línea dura o de derecha, como la de Rivera Carrera, ya no empatan con el Vaticano.
A diferencia de Rivera, se dice que Aguiar Retes es un obispo más tolerante, con el sello del Papa Francisco.
También recordemos que el antecesor de Norberto Rivera en la capital fue Ernesto Corripio Ahumada, quien fue arzobispo de Puebla, un personaje opuesto a él, ya que este logró poner fin a la lucha de la izquierda con el clero poblano que existió por décadas, cuando dejó de apoyar a los grupos de la ultraderecha angelopolitana.