Mientras Juan de Palafox y Mendoza era un hombre de avanzada para la época en que vivió, pareciera que quienes lo persiguieron hace 400 años siguen presentes en Puebla con ideas de la Edad Media, y lo más grave es que se utilice la máxima tribuna del estado para expresarlas, como sucedió con el diputado Pablo Montiel Solana, quien en fuera de lugar lanzó un mensaje con el símbolo yunquista.

Lean la joya que salió de la boca de este personaje en el marco del homenaje a Juan de Palafox y Mendoza: “Se ha atestiguado que las sociedades que hace unos años eran eminentemente machistas y en las que el valor de la mujer se reducía a mera compañía del varón, hoy pretenden encontrar un refugio en un feminismo exacerbado, en que pareciera se busca dar compensación por situaciones pasadas, concediendo derechos tan irracionales como el dar muerte a otro ser humano al amparo de la ley”.

Que alguien nos explique la relación de la obra de Palafox persiguiendo corruptos, construyendo colegios para el pensamiento libre y promoviendo el arte, con el acecho a las mujeres que abortan.

Pues sí hay una explicación, ya que en la mesa del Congreso estaba presente José Antonio Quintana Fernández, uno de los máximos jerarcas de El Yunque en Puebla, por lo que la perorata de Montiel parecía tener como objetivo satisfacer la ideología conservadora de esta vaca sagrada de la ultraderecha.

El legislador fue exhibido en la ceremonia solemne por diputados priistas, pero fiel a los principios de los “caballeros de la vela perpetua”, dijo que no se retractaría y que esa es su forma de pensar.

Independientemente de que se respeta lo que opine de manera personal, hay algo que se llama prudencia, y debe estar consciente de que este tipo de declaraciones generan serias divisiones.

La realidad es que los grupos radicales de la derecha de hace setenta años no han muerto.

Que la UPAEP y la Santa Iglesia los rediman.