1.- Inquirí y lo sigo haciendo diariamente en el transporte público, llamado metrobús del centro al Agua Azul y contrario: 

a.-¿Conoce la existencia de la comisión de seguridad municipal?  

b.- ¿Sabe quiénes son los regidores que la integran?

c.- ¿Cuánto ganan en su tarea de seguridad municipal?

d.- ¿Tiene conocimiento de la existencia de  los programas y proyectos sobre la seguridad de Nuestra Casa, que la comisión referida  (seguramente) ha diseñado con sus cuerpos de asesores especializados?

e.- ¿Conoce en forma concreta alguna acción administrativa que de ello venga?

Es obligación de cualquier habitante en cualquier población del mundo, que al alcanzar el rango de ciudadano, admita sus obligaciones para la sociedad en que vive por tener  la edad suficiente para ello.   

El concepto ciudadano en países adelantados es obligado por ley y por el proceso educativo, para que asuma responsabilidades que nosotros no practicamos. La más trascendente es la obligación de estar informado para tener opinión pública, y en consecuencia decidir en los procesos electorales ¿por quién votar? 

2.- He preguntado en mí deambular por fondas, restaurantes, calles, antros e iglesias, a los que me encuentro:

a.- ¿Sabes que hay un director de seguridad municipal?

b.- A los que dicen sí, le agrego ¿qué hace?

c.-¿Conoces al nuevo?

Pocos, incluyendo universitarios de centros educativos públicos o privados todos jóvenes, tienen conocimiento afirmativo.

El funcionario llámese director, gerente, secretario, jefe de oficina  o encargado de la seguridad municipal, debe en primer lugar vivir con su familia en la sociedad que lo recibe; desarrollarse dentro de ella;  tener fama de hombre honrado;  y sobre todas las cosas conocer a fondo el ejercicio preventivo, represivo, y reeducador de todos los actos antisociales llamados delitos.

Un buen ciudadano no debe admitir jamás,  que la seguridad de Nuestra Casa descanse en personas  ajenas a la sociedad municipal, a la cual supuestamente  tiene la obligación de proteger, de cuidar, y de no permitir las improvisaciones de sus colaboradores también improvisados, toda vez que al carecer de experiencia  aunque tuviesen títulos académicos de expertex, se necesita obligadamente las experiencias que proporciona el hacer diario de una actividad tan loable como es el ejercicio  policíaco profesional. 

3.- ¿Ha escuchado, visto, o conocido de la autoridad municipal, lo que debemos hacer en Nuestra Casa para evitar asaltos, robos, extorsiones, asesinatos y cualquier acto antisocial?

3.1.- ¿En radio, T.V., redes, personalmente? 

4.- Como tenemos siglos siendo educados en forma paternal por diversas instituciones públicas todas; la sociedad municipal iberoamericana a excepción de Costa Rica y ahora Ecuador  despuntando, aun no asume tareas concretas naturales desde hace siglos en sociedades más avanzadas. 

4.1.- De ahí que nazcan preguntas simples del conocimiento que debería ser universal ahora:

a.- ¿En su colonia, escuelas de sus hijos, condominio, edificio, lofts, torres, hotel privado, nombraron a su representante?

b.- ¿Asumió gustosa la directiva su encargo? ¿Sabe qué hacer en seguridad?

c.-¿Usted colabora como ciudadano con su directiva en forma positiva, o usa las reuniones para desahogar sus traumas, complejos y frustraciones diarias o permanentes?

Vuelvo a insistir  o como decimos en la Mixteca profunda poblana, los sigo chingando con los ejemplos de sociedades de primer mundo: 

a).- En los países nórdicos el proceso educativo obliga a todos sus habitantes desde su nacimiento, a comportamientos de obediencia absoluta ante los manuales de comportamiento, los reglamentos, y las leyes primarias y secundarias. b).- En esas mismas comunidades humanas debido a la forma de comportamiento concientizado de altas responsabilidades, los ciudadanos acuden en masa a las reuniones vecinales; a las de las escuelas como padres de familia o tutores; a los oficios religiosos de sus diversas escuelas; a los grandes conciertos populares; y también a los espectáculos de corte deportivo. 

De 365 días con 24 horas cada uno, los ciudadanos le regalan a sus gobiernos más de 250 horas, anuales para servicios comunitarios visitando ancianos, reparando sanitarios en escuelas, pintando iglesias, y cualquier  actividad útil para vivir mejor. Entre nos, evadimos cualquier responsabilidad comunitaria, de cualquier tipo, pues es a toda madre estar tirado panza arriba viendo programas para imbéciles que nos regalan las televisoras.

*Agradezco a IDEAS A.C. Internacional la reunión convocada por su presidente Gabriel López Castañeda para desarrollar estas notas dictadas por expertos.

Todos vivimos en Nuestra Casa, menos los que su familia vive en otras inseguridades ahora nacionales. 

NUESTRA CASA

Las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres. Pero, si los hombres las sienten demasiado, se hacen bestias (Miguel de Cervantes Saavedra).