El día de ayer titulé mi columna: Diódoro, ¿ignorante o canalla? Sólo pasaron 24 horas y mi pregunta ya fue respondida. Veamos.

Como avestruces, con la cabeza escondida bajo tierra y la cola sucia al aire, el secretario General de Gobierno Diódoro Carrasco Altamirano y el director de Participación Ciudadana del Consejo Estatal de Seguridad Pública Alejandro Romero Parra, decidieron esconderse de los medios, para evadir su responsabilidad sobre las presiones ejercidas sobre una agente de la policía, para que no denuncie la violación de la que fue víctima, a manos de 5 delincuentes que robaron equipo de cómputo y electrónico del Centro Integral de Prevención y Atención Ciudadana de Lomas del Mármol.

En mi columna de ayer, le concedí el beneficio de la duda al secretario General de Gobierno, suponiendo que la falta de respaldo para la oficial ultrajada, podía deberse al desconocimiento del hecho; y no a una complicidad con el responsable del CESP Alejandro Romero, quien directa y personalmente, intimidó a la agente de la policía para no denunciar el indignante suceso.

Sin embargo, todo hace pensar, que el silencio de Diódoro Carrasco, va más allá de ignorar los hechos, ya que hasta el cierre de la edición de ayer, no hubo postura oficial al respecto.

Todo indica que estamos ante un acto grave de autoridad, que pese a conocer de la comisión de un delito, la orden directa es no denunciarlo.

Pareciera que para el oaxaqueño, es más importante salvar la imagen de orden y seguridad, que la de respaldar a sus trabajadores víctimas de un delito como el de violación. Por increíble que parezca, la decisión de ocultar el robo y la violación de una mujer policía, se debe a que los Centros Integrales, creados por Rafael Moreno Valle, tenían como principal objetivo la prevención del delito. 

Bajo esa premisa, resulta bochornoso e irónico, que en plena capital del estado, un grupo de 5 delincuentes haya robado en las instalaciones de un inmueble creado para prevenir el delito y de paso que hayan violado a una oficial de la policía.

Es decir que para Diódoro es más importante el qué dirán, que la vida e integridad de su gente.

Y aquí sí no hay vuelta de hoja, el funcionario responsable es el titular de la Secretaría General de Gobierno.

Hay que recordar que al inicio de la administración, fue el propio Diódoro Carrasco quien pidió que el Congreso del Estado modificara la ley para que el Consejo Estatal de Seguridad Pública junto con toda su estructura física y humana, pasarán a la SGG en lugar de la Secretaría de Seguridad Pública.

Así las cosas, quien preside el CESP es el propio Diódoro, por lo que los Centros integrales como el de Lomas del Mármol están a su cargo.

La nula respuesta del secretario, que este oscuro personaje nos lleva a deducir que siempre tuvo conocimiento de los hechos y que la orden de ocultar el ilícito vino directamente de Casa Aguayo.

Lo que se ve, no se juzga.