En un par de semanas más, la senadora —casi con licencia— Blanca Alcalá Ruiz terminará de empacar sus maletas y finiquitar sus pendientes, políticos y familiares de corto plazo, para tomar el avión que la llevará de vuelta a Colombia, como embajadora de México en aquel país, en el que estuvo apenas la semana pasada, acompañando al presidente Enrique Peña Nieto en su viaje para participar en la XII Cumbre de la Alianza del Pacífico. 

De hecho, en esa gira que comenzó el jueves 29 de junio, Peña la presentó con los representantes del gobierno colombiano y con el presidente Juan Manuel Santos, a quien en unos días más, la poblana presentará sus credenciales como representante diplomática de México. 

En una o dos sesiones más de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que se reúne cada miércoles en este receso legislativo en la sede del Senado, la excandidata a la gubernatura presentará también su solicitud de licencia y casi de inmediato, también este órgano integrado por 37 diputados y senadores, aprobará su designación como embajadora en tierras colombianas. 

En un tercer movimiento, pero ya del Senado de la República en sesiones ordinarias, apenas empiece septiembre, rendirá nuevamente protesta como senadora María del Carmen Izaguirre Francos, conocida en su natal Tehuacán como Carmenchu, quien ya suplió a Alcalá en los meses que dedicó a su intento fallido por llegar a Casa Puebla. 

A pesar de que la priista tehuacanera, dos veces diputada federal, por cierto, estuvo apenas en 24 sesiones plenarias de la Cámara Alta, entre el jueves 5 de febrero y el 5 de julio de 2016, aprovechó el tiempo, subió a tribuna y mostró trabajo legislativo. 

De ella también hay que reconocer que, sin necesidad de chantajes, ni amenazas de irse del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue disciplinada y paciente y esperó en la banca, sin posición partidista y sin cargo en el gobierno federal, ya que no fue reinstalada en la Delegación de Puebla de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), cargo que tenía antes de ir al Senado a suplir a su compañera de fórmula. 

De este modo, Izaguirre regresa al Senado para prácticamente terminar, con un año aún por delante en la actual LXIII Legislatura, el encargo al que fue elegida como suplente de Alcalá. 

En tanto, la ya casi embajadora en funciones presentó el pasado 11 de junio su informe final en Panamá, como presidenta del Parlamento Latinoamericano (Parlatino). 

Además de los temas personales que aún deberá atender, seguramente a Banca Alcalá todavía la retiene en México y en Puebla la designación del dirigente del Comité Directivo Municipal del PRI en Puebla capital, en donde, si no pasa nada extraño, dejará como presidente a su yerno, Édgar Chumacero.