Si el segundo informe ofrecido por el edil de la capital, Luis Banck Serrato sobre la estrategia de seguridad implementada a partir de la llegada de Manuel Alonso García a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, a finales del segundo semestre de este 2017, a finales de diciembre deberemos ver sujetos a proceso a poco más de 730 personas dedicadas a algunos de los delitos que más lastiman a la ciudadanía.

Es aritmética elemental. En la nueva estrategia de comunicación que busca evitar que los huecos de información se llenen con expresiones no siempre informadas, la policía municipal acumula 62 personas detenidas y consignadas: 4 en promedio al día, a lo largo de las últimas dos semanas.

No hay más que dividir los 365 días del año en dos, con 182.5 para el segundo semestre de este 2017 que comenzó este fin de semana. El número de días multiplicado por los cuatro delincuentes detenidos, nos da un total de 730. Si la estadística es consistente con el resultado del trabajo de la policía municipal, el edil de la capital estará en condiciones de ofrecer solvencia en su desempeño.

No es momento de echar las campanas al vuelo pues el estado anímico general no es el mejor. El enojo social es palpable. Apenas el viernes pasado a las 14:00 horas el establecimiento de la popular Pozolería Matamoros de 16 de Septiembre fue asaltado por dos sujetos armados. El local estaba lleno, pues se trataba del día de quincena y comenzaba el fin de semana.

En medio de la polarización que vivieron los habitantes de la zona metropolitana de Puebla por la ejecución de Meztli Sarabia Reyna de la agrupación 28 de Octubre; las detenciones de sicarios de mandos federales en Veracruz y la muerte de un elemento de la policía municipal al frustrar un atraco a una unidad de transporte público, un asalto más como el de la pozolería parece un detalle menor, que sin embargo no lo es pues contribuye al clima de opinión poco favorable al grupo en el gobierno.

El presidente municipal y su equipo tienen un reto enorme para poder persuadir a la sociedad de la eficacia del trabajo diseñado para contener y reducir la actividad de los malosos que cada vez operan con menor recato, a plena luz del día. 

Va cuesta arriba pues además de la percepción general por la inseguridad, deberá asegurar que los detenidos y presentados ante la Fiscalía General del Estado libren procesos penales para recibir castigos ejemplares por el daño causado. 

De lo contrario la sociedad tendrá razones suficientes para cuestionar con dureza el descuido institucional o complacencia que contribuye a la impunidad de la que gozan los criminales, en detrimento de la confianza en las instituciones y de la seguridad general.   

La dependencia ubicada en el bulevar 5 de Mayo vive el caos por la insuficiencia de recursos humanos y materiales, frente la frivolidad de su titular, Víctor Carrancá el funcionario que acumula tantos negativos que ya no salió a dar la cara en las últimas dos ruedas de prensa que se ofrecieron en sus instalaciones para dar detalles de indagatorias para esclarecer la ejecución de Meztli Sarabia, el jueves y viernes de la semana pasada.