Los morenovallistas tienen menos de un mes para limpiar el padrón panista. Con la prórroga para el refrendo blanquiazul el grupo del exgobernador tendrá la oportunidad de movilizar a sus seguidores para tener un listado más creíble.

Un grave problema para Rafael Moreno Valle se avecina: la renovación del padrón de militantes panistas lo puede dejar en una posición altamente vulnerable de cara a 2018.

A quienes seguimos de cerca la forma en la que el exmandatario infló el padrón estatal con el voto corporativo de la burocracia morenovallista, nos queda claro el porqué hoy no les salen las cuentas en este nuevo proceso de depuración de la militancia.

Por eso es que la señal de alerta se ha encendido para el proyecto morenovallista. Ante el inminente fracaso para alcanzar la candidatura a la presidencia, se plantearon llevar a Martha Erika Alonso como candidata a la gubernatura, por lo cual la estrategia para investirla es a través de una elección abierta, basados en el supuesto ejército blanquiazul compuesto de 28 mil incondicionales al exgobernador. Sin embargo, esos números se esfumaron con la citada depuración del listado panista estatal.

De los 28 mil, los morenovallistas podrían tener alrededor de 7 mil militantes reales, una vez concluido el proceso de actualización de datos, contra una cantidad similar de panistas tradicionales, no afines a Rafael.

De acuerdo con los cálculos más optimistas, los morenovallistas podrían alcanzar los 7 mil afiliados reales al término de la depuración del padrón, mientras los tradicionales tendrían sus 7 mil según lo que se ha visto desde el pasado 29 de mayo; es decir que la aplanadora con la que contaron en los últimos años se quedó sin gasolina.

En una elección abierta a la militancia, el triunfo queda en el aire ya que los tradicionales estarían recuperando una buena parte del partido, aunque hoy no tienen el control del Consejo Estatal ni el Comité Directivo Estatal, pero sí los votos para volver a dar la pelea.

Moreno Valle nunca pensó que la actualización de datos fuera legal; sin embargo, el artífice del proyecto, es Ernesto Ruffo Appel, panista duro que puso todos los candados para evitar la afiliación corporativa. Si el sistema de pronto detecta que está llegando un grupo de personas del mismo lugar a un módulo, se envía a un observador o funcionario para determinar si es algo normal, o se trata de acarreados.

Además, el equipo no puede moverse del sitio, las máquinas están localizables y no se puede hacer la manipulación de la ubicación.

Y así como está sucediendo en Puebla, lo mismo le pasa a Moreno Valle en otros estados en donde inflaron el padrón para hacer crecer de manera artificial una militancia afín al suspirante poblano.

El candidato resultó ser un gigante de barro que con la estratégica depuración ordenada por Anaya, terminará desmoronándose.

De esta forma, ante el negro panorama que se vislumbra desde el bastión del morenovallismo, buscarán jugarse una última carta, en la que Luis Maldonado busque la presidencia nacional del PRD y esperar el milagro de que Miguel Ángel Mancera, o Juan Zepeda se queden en el camino para que sea Rafael el único que transite por los dos partidos del Frente Amplio PAN-PRD.

Veremos de qué están hechos los morenovallistas, ante los tiempos de definiciones.