La oferta televisiva de TV Azteca Puebla sufrirá modificaciones irreversibles en las próximas semanas con el cambio de mando previsto por las oficinas de Benjamín Salinas, director del corporativo del Ajusco.

Como ha sucedido en prácticamente todos los estados del país en donde operan estaciones locales de la empresa que fundó Ricardo Salinas Pliego, el empresario que creó ese emporio en la historia de los medios masivos en México hace 24 años, la local en Puebla, junto a la de Oaxaca y Tabasco, no estará más bajo la batuta del Grupo As Media del poblano Raimundo Alonso Sendino.

Este semana terminó de ser entregada la contabilidad a los enviados de Grupo Salinas, un largo proceso administrativo que ha propiciado un cúmulo de versiones distorsionadas entre el personal de base y mandos medios en el edificio de la avenida Juárez, la zona esmeralda de la capital poblana.

La incertidumbre no es una buena consejera y eso es lo que hoy sucede entre muchos de los profesionales que todos los días trabajan para llevar a la pantalla el resultado de un esfuerzo colectivo cotidiano y sin pausa, como obliga a un organismo vivo y central en la vida cotidiana del estado. 

Para el último día de julio la mayoría de los trabajadores deberán estar liquidados y la nueva administración decidirá con quién de los operarios, ingenieros, camarógrafos, reporteros, creativos y administradores va a operar en adelante.  

No existen muchos datos sobre el derrotero que deberá seguir una vez terminado el proceso de transición. La liquidación, los tribunales laborales, la negociación o permanencia en una empresa que se consolidó con el paso de los años. No son muchas opciones en el futuro inmediato para el personal de Azteca Puebla.

Este reportero que trabajó en esa empresa por nueve años, de 2000 a 2009 no puede sino sentir solidaridad genuina por muchos de los afectos que ahí quedaron. Compañeros extraordinarios de un tramo profesional del que abrevamos nuevas formas de trabajar y presentar contenidos noticiosos que hicieran la diferencia cada día.          

La televisora que comenzó operaciones hace 20 años celebró el pasado 3 de junio su llegada a la audiencia poblana con un megabaile que convocó a un grupo importante de agrupaciones musicales de primer orden. El tiempo al aire la convirtió en un nuevo paradigma por su oferta televisiva, cuando la única opción en el escenario local era Televisa Puebla. 

El resultado de ese trabajo no podía entenderse sin la presencia de Pedro Cabañas, un paisano con quien coincidí desde la década de los noventa en la televisión pública en Veracruz, al igual que Héctor Huesca, director de Azteca Tabasco.    

Utilizar la imaginación para dibujar el futuro que le espera a esta oferta en el panorama local es ocioso. Benjamín Salinas, el director general de la marca ha insistido una y otra vez en la mutación del paradigma de los medios masivos y que la apuesta es el cambio. 

Que sea para bien de la audiencia que ya no extiende cheques en blanco a quien no lo merece porque el futuro es hoy.