La comunidad universitaria vivió uno de los espectáculos deportivos más vistosos del mundo en la renovada Arena BUAP con la aparición en la duela del emblemático equipo de baloncesto Harlem Globtrotters, un conjunto de jugadores de color con una habilidad extraordinaria para ese juego que conjuga resistencia, habilidad y reflejos.

En algún momento asomó por ahí el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Alfonso Esparza Ortiz. Preguntó a los estudiantes que abarrotaron las butacas del recién estrenado inmueble si estaba ahí la prepa Cabrera, Calderón, Benito Juárez y el resto de los planteles.

En medio de porras de los chavos para cada una de sus escuelas, que también incluyó a estudiantes de las facultades de Ciencias Políticas, Químicas, Derecho y Administración habló de cómo es que ese imponente edificio puede ser utilizado para otras disciplinas deportivas. “Es de ustedes”, les dijo. 

Habrá ocupado unos diez minutos de tiempo, no más. Sobrio, asertivo habló con la comunidad universitaria sin que mediara maestro de ceremonias, por fortuna; sin presentadores que son tan dados a la grandilocuencia; no hubo podio, atril o púlpito. 

El lenguaje era el de un maestro de escuela que habla con sus alumnos, sin tanto choro ni poses; tampoco pontificó y esa superioridad que levanta muros no se alcanzó a apreciar. 

Con un micrófono en mano dirigía la mirada a cada uno de los cuatro puntos cardinales desde el centro de la cancha. Luego desapareció de la escena, como llegó, sin el cúmulo de asistentes o funcionarios, solo.

Es el mismo Esparza Ortiz que de acuerdo con los términos de la convocatoria, deberá acudir a la Comisión Receptora a solicitar su registro como aspirante a un segundo periodo como rector universitario.

En la escena parecen haber otros tres universitarios que podrían buscar ese mismo encargo de la comunidad, el doctor Eudoxio Morales, economista que desnudó la deuda descomunal de Rafael Moreno Valle; el académico Paulino Arellanes, politólogo consultado frecuentemente por los medios y el exdirector de la Facultad de Administración, Ricardo Paredes Solorio.

Si los responsables de validar los documentos de los mencionados llegan a la siguiente etapa, los cuatro aspirantes para encabezar la universidad de mayor matrícula en el sur-sureste de México, deberán hacer campaña a partir del último día del mes en curso. 

Ahí cada quien deberá ofrecer programas de trabajo, objetivos académicos, eficiencia administrativa y, sobre todo, puentes de comunicación eficientes hacia afuera de Ciudad Universitaria: autoridades federales, en el estado y los municipios en donde se cuenta con los campus respectivos. 

Por lo que se vio en la Arena Puebla, no es perceptible que alguno de los tres universitarios traigan con qué competir con un Esparza Ortiz que consigue conectar con los universitarios. Si la tenacidad que ha mostrado para conducirse en el primer periodo la combina con la sobriedad y el cuidado del proceso, las cosas estarán dadas. 

Al fin y al cabo los resultados están ahí, a la vista de un recinto abarrotado.