En la entrega pasada le comenté de una queja de comerciantes de la 18 Norte sobre la vecindad que se ubica en el 205 de la misma calle, donde se denunciaba la venta de drogas.

En este momento le voy a comentar, a razón de réplica legal, la posición de las familias que aún habitan en esta vecindad, que está siendo derruida por su propietario, con fines de que en ese lugar sea construido una “gran bodega” comercial.

De entrada, le comento que el viernes pasado el propietario de esta casa, que está a punto de quedar como terreno, se presentó con su abogado y con elementos de la Policía Municipal para seguir con la destrucción del inmueble, donde tres familias se han negado a abandonarla y han acudido a todas las instancias legales para lograr su propósito.

Le comento que tanto el propietario de este inmueble, como los policías que llegaron en apoyo, todos ellos del municipio, estarían violando un amparo federal que protege a los vecinos para no ser desalojados, mientras no haya un fallo legal.

De hecho, el propietario de este inmueble y quien resulte responsable, fueron acusados por daños, luego de que, en clara violación a un amparo federal, el propietario acudió con maquinaria y personal a derrumbar los cuartos de la vecindad conocida como “El 5”.

Denuncia que en la Fiscalía General del Estado (FGE), está integrada a una Carpeta de Investigación.

De hecho, las autoridades competentes tendrían que investigar qué está pasando con la posesión de esta propiedad.

De hecho, el dueño de la casa de la 5 Oriente 205, habría realizado acciones al margen de la ley para adelantarse al fallo del amparo y sacar por la fuerza a las tres familias.

Una de estas acciones fue la de acudir al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde, a nombre de Arturo Guerra Aguilar, con domicilio en 7 “A” Sur 4506, solicitaron permiso para derrumbar la casa, tomando en consideración que no estaba dentro de las propiedades protegidas.

La dependencia otorgó el permiso, sin que fuera enterada que dentro aún había familias habitándola.

Lo mismo pasó con Protección Civil Municipal, donde obtuvieron el permiso, sin que de nueva cuenta tomaran en cuenta que tres familias todavía no eran desalojadas.

Lo más reciente fue continuar con la destrucción de la propiedad, la maquinaria pesada‎ comenzó a destruir de nuevo, las tres familias quedaron en medio de escombro y piedras. Les quitaron la luz, además el agua, los quieren sacar a la fuerza. Violando un amparo federal.

Nos vemos cuando nos veamos.