Una buena noticia para la militancia y para los seguidores de Morena es que su Consejo Estatal determinó que sea a través de una encuesta la forma en la que se establezca la candidatura a gobernador del estado.

Al no existir un consenso para la elección del coordinador estatal, que para fines prácticos sería el candidato a gobernador, el Comité Estatal propondrá tres nombres, a los que se sumarán dos más a iniciativa del Comité Ejecutivo Nacional —léase AMLO— para que sea la encuestadora del propio partido la que determine al mejor posicionado.

Si partimos de la base de la división que existe entre orgánicos y externos, es previsible que en la lista de los tres precandidatos del estatal, difícilmente aparezca alguno de los llamados “Cuatro Fantásticos”, por lo que se perfilan Rodrigo Abdala, Abelardo Cuéllar y hasta Abraham Quiroz. Y que de los dos promovidos por el nacional, salgan entre Alejandro Armenta, Luis Miguel Barbosa, José Juan Espinosa o Fernando Manzanilla.

Tal y como ya lo habíamos comentado en una pasada entrega, el estudio demoscópico correrá a cargo de la Comisión Nacional de Encuestas que depende del CEN y este proceso debe estar concluido antes de que finalice el mes de septiembre.

Y es aquí en donde todos tendrán que confiar a ciegas en una encuesta que solo AMLO sabe cómo las hacen.

Hay que recordar que la designación de Abraham Quiroz para la candidatura a gobernador en el 2016 fue por el supuesto resultado de una encuesta.

Nadie se explica cómo un gris académico guerrerense, haya sido el que mejores números tenía para merecer la candidatura de Morena.

Los resultados —pese al posicionamiento de la marca Morena— hablaron por sí mismos, dejando en claro que fue un pésimo candidato para el partido lopezobradorista.

Bueno, pues, la misma encuestadora que descubrió las cualidades y el potencial de voto de don Abraham, es en la que deberán confiar los cinco suspirantes que sean medidos en septiembre.

El tiempo nos dirá si la encuestadora midió el potencial, o si midió simpatías internas.

Veremos y diremos.

Se busca una Delfina

Basados en una "democracia sexista" mal entendida, en el Consejo Estatal de Morena determinaron que la candidatura a la alcaldía de Puebla, capital, sea para una mujer.

Sin duda, para el feminismo es un logro importante, pero no para un partido que no cuenta en sus filas con un solo cuadro que pueda pelear por la presidencia municipal de una ciudad como Puebla.

¿De dónde van a sacar a esa candidata?

Si se trata de competir y de ayudarle a AMLO, con el voto de una ciudad que representa el 40 por ciento de los votos de un estado como el nuestro, ningún favor le hacen con esta decisión.

El posicionamiento de personajes como Rodrigo Abdala y Fernando Manzanilla por citar un par, nada tiene que ver con más mujeres que hoy militan en Morena.

Y el problema no sólo es la capital, sino que del voto de esta ciudad depende en buena medida la posibilidad de ganar la gubernatura.

Si fuera el PAN o el PRI seguramente encontrarían perfiles competitivos. Pero en Puebla, Morena es un auténtico “Club de Toby”.

Ante esta decisión y si de verdad quieren competir, tendrán que abrir espacio a figuras externas, en donde vienen a mi mente las perredistas Socorro Quezada y Roxana Luna y la priista Nancy de la Sierra.

No veo más.