La diputada Socorro Quezada ha sido reconocida por su periódica y dura crítica al sistema, y por haberse opuesto de manera valiente a partir de 2015 a los excesos del morenovallismo.

Aunque para llegar al bando crítico, primero vivió su etapa institucional cuando en su primer año como legisladora, justificó la represión en Chalchihuapan, calificando de irresponsable a una madre que llevaba a su hijo a una manifestación.

Posteriormente, su ruptura con el entonces Señor de Los Cerros la llevó por el camino crítico, cuestionando todas las leyes que enviaba el exgobernador, destacando como una verdadera diputada de oposición.

Sin embargo, hay cosas que no se pueden dejar pasar por alto, como el hecho de que en la sesión de ayer, haya subido en tres ocasiones a la tribuna para oponerse a la enajenación de “La Célula”, donde van a crearse cinco mil empleos directos con una inversión muy inferior a la que en su momento se derrochó para la construcción de la planta armadora de AUDI.

Pero además, la legisladora dijo que a manera de protesta, no iba a pasar lista de asistencia para no ser cómplice de este acto, por el cual se enajenaron 600 hectáreas en favor de la Sedena para la instalación de la llamada Industria Militar; ahí es donde la diputada se volvió a equivocar, toda vez que el reglamento del Congreso del Estado establece que para hacer uso de la tribuna, se necesita pasar lista de asistencia como requisito indispensable. Es decir, que doña Socorro incurrió en lo que ella tanto ha criticado, violando el marco legal del Poder Legislativo.

Si la diputada hubiera acudido a las sesiones de la Comisión Permanente, se hubiera enterado del procedimiento que se siguió para la enajenación de “La Célula”, además de que físicamente no se ha otorgado la posesión del terreno.

Hubo una firma para cederlo a la Secretaría de la Defensa Nacional por parte del gobierno del estado y sólo si la secretaría hubiera tomado posesión del bien antes de la aprobación de la enajenación se daría la irregularidad legal a la que hace referencia, y con la que sostiene su negativa.

La realidad es que Socorro Quezada quedará como la diputada que votó en contra de una acción que generará cinco mil empleos en la zona Libres-Oriental, en el rescate de una inversión millonaria que se había abandonado, dándole uso a lo que era un elefante blanco.

La defensa absurda de “La Célula”

Y mientras la crítica de “La Célula” no dio pie con bola, los defensores del proyecto —pese a tener un plan que se vende solo— subieron a tribuna a mostrar sus limitaciones argumentativas.

Pepe Chedraui dijo que entre las ventajas que traería la Industria Militar, estaría la circulación constante de efectivos, como si en los lugares de basta presencia de soldados, mejorara la seguridad de esos estados.

Y Pablito Rodríguez —siempre Pablito— le recriminó a Socorro Quezada estar en contra de la creación de cinco mil empleos, cuando la diputada nunca dijo nada por el estilo. Y hasta pidió que se asentara que ella estaba en contra de la creación de empleos.

Total, que ese es el nivel de debate entre críticos y paleros del sistema.

Por eso estamos como estamos.