El arribo de Enrique Cárdenas y Alejandro Armenta al proceso interno del Movimiento Regeneración Nacional está por abrir un nuevo y agrio debate en el partido de mayor potencial electoral de los últimos meses en Puebla, según diversas firmas encuestadoras. 

La turbulencia política ha sido alentada desde las bases de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, por una diferencia de criterios en momentos clave para la lucha por el poder público. Anote desde ahora el nombre del abogado y activista Abelardo Cuéllar Delgado, uno de los militantes químicamente puros entre esas filas y escogido para ser medido junto a otros cuatro personajes.

La tarde del lunes decidió reproducir en su muro de Facebook la reflexión de un miembro activo y seguidor de Morena, José Luis Ortega Morales. 

Según la visión de quien redactó esa postura-manifiesto, Cárdenas, exrector de la Universidad de las Américas Puebla, y Armenta Mier, diputado federal que llegó a coordinar la campaña de la priista Blanca Alcalá, representan la mafia en el poder que tanto ha fustigado el fundador de Morena.

Los intereses y principios que representan ambos personajes externos a MORENA, contradicen los principios y el Programa de MORENA (sic), pues estos han demostrado con sus actuaciones y representaciones (¿?), su identificación con el neoliberalismo, con los empresarios pro imperialistas y transnacionales”, se puede leer en el texto de cuatro puntos y sus incisos.

No se trata de un manual de propaganda, un manifiesto de Mao o una pieza oratoria de Maduro, el de Venezuela. Son las líneas del usuario de una red social que construyó un estudiante norteamericano (Mark Zuckerberg) que se globalizó hasta alcanzar números de usuarios demenciales para fustigar a dos competidores más en la interna de Morena. 

La postura contrasta con la retórica de López Obrador de este fin de semana que busca poner fin a la campaña que desde distintos foros lo compara con Nicolás Maduro, el dictador venezolano o con el frívolo Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, dos personajes contemporáneos que despiertan sentimientos de odio y rechazo global.

Patria o muerte, parece ser el hilo conductor de una base militante a la que pertenece Cuéllar Delgado, pues “la decisión de incluir a dos personalidades externas, como las mencionadas, desoye totalmente y hace caso omiso a la reiterada posición del Consejo Estatal de rechazar la inclusión de estos personajes externos”.

El propio Gabriel Biestro Medinilla, presidente estatal de Morena, ha reiterado que la incorporación del académico universitario y el exdirigente priista fue una decisión del Comité Nacional, cuyas facultades fueron votadas desde el mes de julio de este año, circunstancia que parecen ignorar los duros morenistas.

También parecen ignorar otras variables, como que Cárdenas despertó entusiasmo entre un grupo de hombres de negocios y rectores habitualmente alejados de la partidocracia por el desprestigio que muchos de sus integrantes arrastran. El nuevo competidor llegó para refrescar el enrarecido clima preelectoral.

Armenta Mier ha generado una percepción en otros partidos políticos, incluso en el que militó, de que Morena va por la pelea en serio, pues si alguien tiene método y estrategia para pelear la gubernatura, es el diputado federal recién incorporado a las filas de López Obrador. Nada vale, salvo la descalificación a ultranza.