El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, no lo pudo haber dicho mejor.

Hay en Puebla más de 250 mujeres desaparecidas, no todas con el historial de lo que le ocurrió a Mara Fernanda Castilla Miranda, pero a fin de cuentas desaparecidas”.

“No localizadas”, como lo adornó la Fiscalía General del Estado (FGE).

El caso de Mara debe alertar a nuestras autoridades para no sólo fortalecer la búsqueda de otras mujeres con reporte de desaparecidas, sino para agilizar más los protocolos de búsqueda.

Es decir, no esperar las 72 horas que establece el Ministerio Público para considerar a una persona, en este caso mujer, realmente desaparecida.

Que vayan a todas, que no se limiten con la frase “debe de estar con el novio”, “debe de haberse ido con alguna amiguita”, que se investigue todo.

Una verdadera colaboración en general.

Que cuando se reporte la desaparición de una mujer, que se boletine a todos los retenes policiacos, a quienes están de guardia en terminales.

Que se alerte en general.

Lo que le pasó a Mara, por la rapidez de los hechos, no se pudo evitar, apenas estaba siendo privada de su libertad y en instantes violentada y asesinada, pero existen otros casos donde una movilización puede salvar vidas.

El Fiscal General del Estado, Víctor Antonio Carrancá Bourget, debe de explicar por qué hay más de 250 mujeres reportadas como desaparecidas.

¿Le falta personal a la Fiscalía para agilizar las investigaciones?

¿Debe intervenir el Gobernador de Puebla para presionarlos?

¿Los agentes investigadores y el Ministerio Público del área de investigación de desaparecidas deben de ser “invitados a renunciar”, si no pueden o saben?

Triunfo con olor a derrota 

La conferencia de prensa ofrecida por el Fiscal, Víctor Carrancá, y el director de la Ministerial, Juan Luis Galán, en lugar de ser de presunción en investigaciones, realizadas después de la muerte de la joven estudiante, debió de haber sido de una disculpa.

Al final se trató de una privación ilegal de la libertad, un ultraje y al final un homicidio.

La localización del presunto homicida (chofer de Cabify), no fue por “una investigación a fondo”, sino por el GPS del teléfono de la víctima.

La ubicación del cuerpo, tampoco fue resultado de una ardua investigación.

Nada que presumir, sólo las investigaciones periciales y la de inteligencia, por las cámaras de seguridad.

Clausura del “The Bronx”

La Secretaría de Seguridad Pública y el Ayuntamiento de San Andrés Cholula, se coordinaron y fue clausurado el antro “The Bronx”, de la 14 Norte y la 6 Poniente, del negocio donde salió Mara Fernanda, para ser asesinada por el taxista de Cabify.

La indicación de clausura, entre otras cosas, fue porque se demostró que el negocio no cumplió con el cierre establecido por el municipio de Puebla, como mínimo, a las 3 de la mañana, además de que no cuenta con las medidas de seguridad que son obligatorias.

El municipio de San Andrés, además realizó operativos el 14, 15, 16 en la zona de antros, vigilando se respetaran horarios, no hubo hecho negros que lamentar.

Todo seguro.

SSP reporta jornada blanca

La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), a cargo de Jesús Morales Rodríguez, emitió un reporte que indica que durante la Jornada Cívica pasada no se registraron hechos de violencia.

De hecho, sólo se registraron hechos de violencia, escasos por el consumo de bebidas embriagantes.

La ciudad de Puebla, también reportó como “sin novedad”.

¿Y “El Cachetes” y el “espionaje”?

Ahora que confluyo –en forma lamentable–, deberían de continuar los alcances de las investigaciones que deben tener los casos de Othón (a) “El Cachetes” y del espionaje telefónico.

Que no parezca que el ‎caso de Mara haya sido utilizado como distractor político.

Vamos a ponerle más a las investigaciones de los casos más importantes que afectan a Puebla y a los poblanos.

Nos vemos cuando nos veamos.