Un nuevo caso de feminicidio mancha a Puebla y confirma no solo la ineficiencia del Fiscal General, Víctor Carrancá, sino su estúpida obsesión por negar que en el estado, sus mujeres, viven en focos rojos tras casi siete años de no existir una política de prevención y atención a este peligro social que implican los delitos de género.

En repetidas ocasiones hemos hecho recuentos sobre los delitos que han crecido alarmantemente en Puebla, siendo los de mayor impacto los de robo de combustible y los feminicidios.

En ambos casos, Puebla ha ocupado un nada envidiable lugar de "honor", gracias a la "brillante" estrategia del Fiscal Víctor Carrancá, de no hacer absolutamente nada.

El crimen de Nazarea Iraís Simón Aguilar confirmado ayer, es uno más de los feminicidios que suceden en Puebla, sin que nadie nos pueda explicar qué están haciendo las autoridades para detener la ola de violencia contra las mujeres.

Este es el primer parte policiaco:

A las 15 horas, la Policía Municipal de Tecuanipan, en una brecha que conduce a Nealtican, paraje de los Frailes, municipio de Tecuanipan, justo a unos metros del Arco de Seguridad de Huejotzingo, encontró el cuerpo sin vida de una mujer fuera del vehículo March color azul placas TZZ 5164, semidesnuda, boca abajo, con manos atadas, violentada, de nombre Nazarea Iraís Simón Aguilar de 34 años de edad, con domicilio en calle Aquiles Serdán #14 del municipio de Tecuanipan, y que a su vez es sobrina del presidente municipal de ese municipio.

Lamentablemente, esta mujer que por las tardes manejaba su auto como taxista y por las mañanas era maestra de bachillerato, deja solo a un hijo de 10 años.

Sin embargo, para Víctor Carrancá el caso de Nazarea Iraís es un número más para la estadística, al igual que el de Mara Fernanda y el de Paulina Camargo. 

Según las cifras alegres de Carrancá, el caso de la maestra y taxista sería el 60 en lo que va del año, luego que el feminicidio de Mara Castilla fue el 58, al que habrá que sumarle el de Diana, una mujer que fue ejecutada mientras trabajaba en el bar Remolque Land de Huexotitla, por su expareja.

Aunque en el conteo de organizaciones y colectivos como el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), el trágico final de Iraís Simón sería el feminicidio 84 en lo que va de este 2017.

Todo sin contar las 50 mujeres desaparecidas, desde el sexenio pasado y de las cuales la FGE no emite información sobre su paradero.

Y pese a todo esto, los poblanos parecemos sentenciados a sufrir la presencia de Víctor Carrancá, como si se tratara de una maldición.