El día de hoy sesionará la Comisión de Equidad de Género de la Cámara de Diputados para dar luz verde a la petición de instaurar la Alerta de Género en Puebla.

Independientemente de que este es un asunto añejo, que acusa un retraso ante la violencia que se vive en Puebla, en donde el creciente número de feminicidios parece no detenerse, lo más relevante es que decidieron dar ese paso, que implica una muestra del interés por atacar de fondo este tema.

Ahora bien, ¿de qué diablos sirve una Alerta de Género, si las personas a cargo de dependencias íntimamente ligadas con la investigación de los feminicidios, como el Fiscal General, siguen y seguirán siendo las mismas?

Si partimos de la base de que fueron los propios diputados los que le dieron un cheque en blanco a Víctor Carrancá al momento de entregarle las llaves de la Fiscalía General del Estado hasta enero de 2023, tenemos que para corregir el camino, deberían ser ellos mismos los que determinen su destitución, por su incapacidad para desempeñar el cargo.

De lo contrario, la implantación de la Alerta de Género será la crónica de un fracaso anunciado, toda vez que el Fiscal General ha dado sobradas muestras de ser un cero a la izquierda cuando se trata de atender el problema de los feminicidios.

Y es que ni la Alerta de Género, ni la ley anunciada por Jorge Aguilar Chedraui tendrán repercusiones favorables, si los negros funcionarios del sexenio pasado siguen firmes en cargos de vital relevancia para combatir este grave problema.

El día de ayer, las redes sociales se hicieron cargo de Carrancá, confirmando el descrédito de quien debiera ser sinónimo de rectitud y honorabilidad.

Desde su cuenta de Twitter, el presidente del COE, Francisco Romero, lanzó una encuesta en la que el 89 por ciento de los participantes, que hasta la medianoche sumaban 3 mil 813 votantes, consideraban como muy urgente el relevo de Carrancá.

Les guste o no a los diputados, para lograr que su iniciativa de ley para considerar feminicidios todos los homicidios dolosos perpetrados contra una mujer y para que la Alerta de Género logre el impacto social deseado, necesitan dar el paso más importante: limpiar la FGE, desterrando a Carrancá.

Lo demás, son simples paliativos.

¿Se atreverán a destituirlo?

Veremos y diremos.