El hecho de que sea la Fiscalía General, la encargada de investigar los delitos generados por la violencia contra las mujeres, que en muchos casos culminan en feminicidios, resulta verdaderamente aberrante.

Si la alerta de género se emitiera este día, resultaría totalmente infructuosa, toda vez que es, en la Fiscalía General del Estado, en donde se han fabricado delitos en contra de infinidad de mujeres poblanas.

Las razones por las que estas mujeres terminaron en la cárcel son distintas, algunas simplemente por alzar la voz contra el gobierno morenovallista; unas más para obligarlas a entregar su patrimonio; y otras por ocurrencia de los mandos policiacos de Facundo Rosas, bajo la complicidad del clan Carrancá.

Por increíble y absurdo que parezca, es el Fiscal Carrancá quien envió una iniciativa al Congreso del Estado para que todos los asesinatos dolosos en contra de mujeres sean tipificados como feminicidios. Independientemente de que la iniciativa sea una aberración jurídica, de la que hablaré en una próxima entrega, Víctor Carrancá, carece de calidad moral y profesional para hablar de proteger a las mujeres. Sus acciones así lo demuestran. 

En diversos casos documentados y publicados por Intolerancia Diario desde el año 2011, se dio cuenta de los daños provocados a mujeres poblanas por la Fiscalía General del Estado, antes Procuraduría General de Justicia.

Entre los casos que muestran los abusos de poder de Carrancá, se encuentran los de María del Socorro Rufina Islas Celestino, Enedina Rosas Vélez, Juana Macuil Coyotl, y Angélica Macuil, así como el de Elia Tamayo.

La primera de ellas fue detenida en 2011 por la policía municipal de Tlachichuca por hacerle una pregunta a Rafael Moreno Valle en una gira, la afectada presentó denuncia en la Procuraduría y nunca hubo respuesta, hasta que seis meses después la mujer fue detenida por participar en una manifestación, después de que la PGJ le fabricó los delitos.

Otro caso documentado es el del 6 de abril de 2014, cuando un grupo de policías estatales detuvo a la luchadora social Enedina Rosas Vélez, Comisariada Ejidal de San Felipe Xonacayucan.

La Procuraduría General de Justicia integró la averiguación previa, acusándola de robar un celular con valor no mayor a 300 pesos, a personal de una constructora. La hoy Fiscalía presentó recursos para mantenerla en prisión a pesar de los amparos obtenidos para que quedara en libertad.

Pero aún sin protestar las mujeres fueron víctimas de la persecución del Fiscal como ocurrió en San Antonio Cacalotepec donde se detuvo a Juana Macuil Coyotl, y Angélica Macuil, detenidas en junio de 2014 por el dicho del policía Jesús del Campo Meléndez quien por orden del secretario Facundo Rosas Rosas aseguró —sin tener pruebas— que las dos mujeres participaron en presuntas agresiones a elementos policiacos.

Los agentes ministeriales a cargo de Víctor Carrancá nunca las escucharon para la integración de la averiguación y pasaron casi medio año en prisión, una de ellas tenía un hijo de tres años.

Y si hablamos de violencia por parte de la Procuraduría, mencionemos a Elia Tamayo, madre del menor, Luis Alberto Tlehuatle Tamayo, quien murió a causa de disparos de proyectiles lanzados por la policía estatal.

Para proteger a los verdaderos asesinos, el Fiscal Víctor Carrancá inventó la teoría del “cohetón”, y para mantener su dicho, utilizó cabezas de cerdo, diciendo que fue una onda expansiva la que generó la muerte.

El asesinato del niño Luis Alberto, nunca fue esclarecido de manera oficial por la procuraduría.

Así las cosas, en un acto de sorprendente cinismo, el Fiscal General Víctor Carrancá envió una iniciativa para convertir en feminicidios, todos los homicidios dolosos contra mujeres.

Que lo compre quien no lo conozca.

La iglesia en manos de Lutero.