“Adiós a la candidatura”, fue el título que llevó la entrega de la Parabólica del 10 de septiembre, hace casi un mes cuando ya el acuerdo del Frente Ciudadano por México era un hecho.

La naturaleza del texto aquel tenía que ver con una postura inamovible de Agustín Basave, uno de los artífices de la construcción de ese esfuerzo multipatidista entre el PAN de Ricardo Anaya; el PRD de Alejandra Barrales; y el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado: cerrar la puerta a Rafael Moreno Valle como aspirante a la candidatura presidencial.

El Frente Ciudadano va. Por lo menos hasta ahora y en consecuencia, la primera baja del partido de mayor número de militantes, Acción Nacional, es Margarita Zavala la aspirante a la candidatura con los mejores números para competir en la presidencial a Andrés Manuel López Obrador, el dirigente de Morena.

Es en esa lógica que el cuarto de guerra del ex gobernador debe vivir momentos de enorme crispación ante un nuevo escenario pues el mapa cambió con el desistimiento de seguir en la interna de parte de Zavala Gómez del Campo.

Moreno Valle y la virtual ex panista, junto a Silvano Aureoles de Michoacán habían pedido en una carta que la decisión para designar candidato presidencial se hiciera en una competencia abierta, petición que fue rechazada.

El golpe está dado: no habrá elección abierta del candidato presidencial en el Frente Ciudadano”, escribió en su columna publicada en El Financiero, Pablo Hiriart, en la víspera del anuncio de renuncia al PAN de Zavala Gómez del Campo.

La ex primera dama se registrará entre sábado y domingo como aspirante a candidata por la vía independiente pero Moreno Valle deberá quedarse aún y cuando ya el sueño presidencial se haya disipado. 

Sabe que sin la marca de ese partido tiene extintas las probabilidades de hacer un trabajo competitivo desde una posición como independiente ante el impedimento de remontar una baja preferencia en más en las encuestas de mayor rigor técnico.

Lo que sigue será atrincherarse en Puebla para conseguir la candidatura al gobierno del estado para su esposa Marta Erika Alonso de Moreno Valle, secretaria general del PAN y así continuar vigente en el escenario hasta que haya transcurrido el tiempo necesario para volver a saltar a la escena nacional. 

Las próximas horas serán vitales para el proyecto del ex gobernador que más polémica y críticas ha desatado en el territorio estatal. El sueño de pelear en las urnas para arribar a Los Pinos, junto con su grupo, se terminó aún y cuando el grupo adicto a este discutible perfil pretenda lo contrario.