A poco más de un mes de que Morena dé a conocer a su coordinador de organización estatal, que no es otra cosa que el candidato a la gubernatura de Puebla para 2018, todo indica que la lucha queda entre dos y que Enrique Cárdenas Sánchez simplemente no levantó.

La insistencia de Luis Miguel Barbosa durante la rueda de prensa para que le preguntaran de política, fue precisamente para informar entre líneas que Enrique Cárdenas estaba fuera y que él estará en la medición, posiblemente en la final con Alejandro Armenta.

Hay que reconocer que el ex rector de la Universidad de las Américas es un investigador serio, su conocimiento se limita a un sector muy específico de la población, además de que dejó la rectoría hace más de quince años y por lo tanto la gran mayoría de los estudiantes no saben de él.

En el caso de Barbosa, cuenta con una estructura y las relaciones a nivel nacional por haber sido el líder del Senado de la República, además de que las cosas comienzan a simplificarse por el efecto Margarita Zavala que está debilitando al PAN  a nivel nacional y local.

Hay que señalar que la encuestadora tiene un nombre “Andrés Manuel López Obrador”, quien finalmente nombra a los candidatos como lo hizo en la Ciudad de México.

López Obrador seguirá haciendo movimientos, utilizando a la gente de buena voluntad como Enrique Cárdenas, manejando muchos nombres, pero al final él decide.

Para la capital López Obrador parece que irá con su amiga la ex diputada federal y artífice del programa de Adultos Mayores como jefe de gobierno, Rosa Márquez Cabrera, quien también trabajó con Marcelo Ebrard, y tiene como ventaja haber renunciado al PRD en enero de 2016.

Hay que reconocer que Rosa Márquez junto con su esposo Jorge Méndez fueron críticos desde un inicio de las acciones del anterior gobierno.

Ferriz de Con, el divo de siempre

Durante veinte años Pedro Ferriz de Con fue uno de los conferencistas más cotizados. Su presencia en universidades, foros empresariales, seminarios y simposios, cobrando miles de pesos por hablar una hora y exigiendo atenciones especiales, comida y no ser molestado por la gente eran parte de su día a día.

El éxito del comunicador fue primero hablar del milagro salinista de 1988 a 1994, y aseguran que esto lo hizo millonario, y en Puebla reunía a cientos de empresarios que querían escuchar las fórmulas mágicas del ex presidente para convertir a México en un país del primer mundo.

Pero la gran oportunidad llegó cuando terminó el sexenio de Carlos Salinas y la gente disfrutaba y se regocijaba con la palabrería y la manera en que Pedro Ferriz lo linchaba, entonces sus conferencias se encarecieron ante la necesidad del mexicano que quería escuchar la crítica, sin analizar que el personaje aplaudió y se benefició durante años con los beneficios salinistas.

Su camaleónica ideología, le permitió con el mismo personaje sacarle provecho hablando maravillas de él y después destrozándolo.

Sin embargo, el declive del comunicador desde su salida del radio tras sus escándalos personales va en aumento.

En marzo de este año llegó a Puebla y los boletos costaban sólo cien pesitos. Y el Gran Salón del Hotel Marriot de bulevar Atlixco, reunió a poco más de cien personas; muy lejos de los auditorios abarrotados de sus tiempos de gloria.

Pero algo que no ha cambiado son sus desplantes. Ayer, este personaje —que sueña con gobernar desde Los Pinos— dejó plantados a los medios de comunicación, sin informarles que se cancelaba la rueda de prensa anunciada, pensando que aún está en sus buenos tiempos cobijado por Fox y Calderón.

Este cínico dejó a los reporteros esperando, demostrando que se puede perder el prestigio, la dignidad, la categoría, pero las poses de diva, nunca.

Así como usted lo lee.