Tratando de jalar agua a su molino, sin importarle las dimensiones de sus falsedades que demuestran el tamaño de su desfachatez, está el exgobernador Rafael Moreno Valle.

Tratando de aprovechar el desprestigio en el que ha caído Ricardo Anaya, el suspirante presidencial miente nuevamente, al decirse convencido de que el candidato del Frente Ciudadano por México, debe salir de una consulta abierta a la gente, ya que sabe muy bien que esto es imposible.

Demostrar que Moreno Valle miente es muy simple, en estos momentos los partidos políticos se encuentran en una crisis financiera, ya que buena parte de los recursos de sus prerrogativas se fueron al Fondo para la Reconstrucción por el Terremoto del S/19, por lo que simple y sencillamente no hay dinero.

Bastaría con preguntarle a Moreno Valle sobre la logística que se necesitaría para que el método para la definición panista derivara de una consulta abierta a los ciudadanos. 

En esta lógica, estaríamos hablando de 32 entidades federativas con 2 mil 446 municipios más las 16 delegaciones de la Ciudad de México.

Basta con sumar el costo de lo que representa una elección interna abierta a la sociedad, para entender el tamaño de la estupidez. 

Cuantificar los gastos de los funcionarios de casillas, la promoción de los aspirantes y todo lo que representa una elección nacional es una locura.

Otro punto, es el tiempo requerido para organizar la elección para un solo partido. Capacitar a los funcionarios de casilla, las precampañas y la auditaría de los gastos.

En pocas palabras se trata nuevamente de un absurdo de Rafael Moreno Valle y su demagogia, que sabe perfectamente que ni su partido ni el INE tienen la capacidad para derrochar millones de pesos en una elección abierta a la sociedad.

Quizá el único político en este país capaz de gastar esos millones en una elección nacional, sea Moreno Valle. 

Y eso, gracias a los dineros de quienes vivimos en este estado.

¿O será que gracias a eso, los poblanos debamos sentir orgullosos?