La llegada de Enrique Meza al banquillo del Puebla de La Franja vino a dar estabilidad y confianza a un grupo de jugadores que se encontraban totalmente desorientados y sin rumbo.

Tres partidos después de la llegada de El Ojitos, La Franja logró sumar cuatro de nueve puntos en disputa, los cuales deberían ser seis si no se da esa polémica jugada de último minuto la semana pasada frente al Querétaro.

La victoria frente al superlíder Monterrey vino a avivar las esperanzas de un buen cierre; sin embargo, el sábado pasado en Pachuca el equipo camotero volvió a morder el polvo, lo cual lo deja prácticamente fuera de cualquier posibilidad de aspirar a una posible clasificación a la liguilla y solo resta tratar de sumar la mayor cantidad de puntos de los nueve restantes para hacer más decorosa la campaña y tratar de mantenerse a una sana distancia de los coleros en el tema porcentual.

Quedan por enfrentar tres partidos complicados, recibiendo a los Pumas y Lobos BUAP y visitando a las Águilas del América en el estadio Azteca, y al menos se debe aspirar a sumar seis de los nueve puntos para terminar la temporada con 18 puntos y poder preparar el próximo torneo de una manera adecuada para intentar, ahora sí, buscar la clasificación y alejarse definitivamente de los problemas de descenso.

A Enrique Meza la gente de TV Azteca le prometió que para el próximo torneo los refuerzos llegarían de manera adecuada para darle al estratega la posibilidad de cumplir los objetivos para los que fue contratado.

Por lo pronto, el próximo viernes con la visita de los Pumas de la UNAM, iniciará a las siete de la noche la serie de tres partidos con los que llegará a su fin este complicado torneo.

La resurrección de la BUAP

Los universitarios lograron una importante victoria el sábado pasado al son de tres por cero frente al poderoso Cruz Azul (aunque su director técnico diga que no son un equipo grande), lo más importante fue que la victoria se fraguó con esfuerzo y con buen futbol.

Me gustó el orden defensivo que mostró el equipo y lo mejor es que lograron mantener el cero en su meta, situación que no sucedía desde hace tiempo.

Se mantuvo la propuesta ofensiva, pero partiendo de un orden defensivo, lo cual permitió que la victoria fuera, incluso, holgada.

Sin renunciar al objetivo primario que no es otro que mantener la categoría, los de la BUAP cuentan aún con posibilidades matemáticas de meterse a la liguilla por lo que los tres partidos que quedan serán vitales para ambos propósitos.

Sin duda se vienen tres partidos muy duros visitando a Necaxa, el próximo sábado para después recibir al poderoso Monterrey y cerrar la temporada en el Cuauhtémoc visitando al Puebla de La Franja; en estos partidos la obligación será la de sumar puntos que den tranquilidad para enfrentar el torneo entrante donde sin duda el equipo requiere ser reforzado en varias líneas para enfrentar el torneo de a de veras, donde se definirá quién y quién no, permanece en el máximo circuito.

Por lo pronto, mientras el equipo no suelte las ganas y el compromiso partido a partido, las cosas pueden darse de buena manera.

Nosotros como siempre veremos y diremos.

Hasta la próxima.