A pesar de que Morena presume sus encuestas para designar de manera disfrazada a sus candidatos, algo pasó la noche del lunes y generó molestia en un personaje como Enrique Cárdenas Sánchez, quien inmediatamente después de conocer que no fue el designado en la antesala de la candidatura a gobernador, se deslindó del partido de López Obrador.

Desde un principio, causó extrañeza que fuera incluido un personaje como el exrector de la Universidad de las Américas en la medición del Movimiento Regeneración Nacional, ya que no es el perfil de ese partido, pues si bien se le considera un académico e investigador serio, se sabe que no es un político y mucho menos, un personaje con ideales de izquierda.

El también exdirector del CEEY pecó de prudente al hablar de su salida, aunque reconoció que los partidos no son —por ahora—, los mejores instrumentos para organizar el poder en México, ¿y si no lo son por qué había accedido a participar en Morena?

En su discurso de este martes, donde pintó su raya con Morena, encontró la forma decente de decir que los partidos políticos son incapaces de lograr un cambio: “Su distancia de la sociedad impide un gobierno honesto, eficaz, y sobre todo, centrado en la gente”.

Al final, también es evidente que Cárdenas fue utilizado al igual que el expriista, Alejandro Armenta, a quien ni siquiera metieron en la encuesta, pero le hicieron creer que él era el bueno.

La realidad es que Andrés Manuel López Obrador ha jugado con la gente, los llama para venderles espejitos,  les convence de que serán los elegidos, los utiliza y después los desecha, este es el caso de Enrique Cárdenas, de Alejandro Armenta y de muchos otros políticos en el país que han sucumbido ante el canto de las sirenas.

Ahora que viendo el turbio proceder de Morena, alguien debe aconsejarle a Luis Miguel Barbosa que no cante victoria, ya que con la bipolaridad del mandamás de Morena nada está decidido; aún es posible que en un momento de euforia, el tabasqueño, lo baje y ponga a quien se le pegue la gana como candidato a gobernador en Puebla, claro está, presumiendo una nueva encuesta.

O tal vez López Obrador rescate aquellas declaraciones del propio senador del pasado 25 de agosto cuando solicitaba ante los medios de comunicación que se le diera por muerto, que no se le considerara en la famosa encuesta de Morena, y le tome la palabra. 

Las fracturas en Morena no han sido severas pero existen temas que podrían mermar sus votos en la próxima elección. El mito de que se trata de un partido meramente de izquierda quedará en eso, en mito; en las próximas campañas aparecerán bajo su acrónimo priistas, panistas, y los oportunistas de toda la vida, que se han infiltrado en la franquicia de López Obrador.  

Es evidente que tratándose de política partidista, todos son iguales.

Y conste que dije: todos.

Operación, ¿cicatriz?

Aunque en Twitter, Alejandro Armenta, respaldó desde el lunes la designación de Miguel Barbosa como coordinador estatal de Organización este martes Barbosa Huerta tuiteó una fotografía que bien podría titularse Operación cicatriz

“Esta tarde me reuní con @armentaconmigo y hablamos del fortalecimiento de la estructura organizativa de @MorenaEnPuebla con rumbo al 2018”, escribió el senador, que dicho sea de paso, aún no está afiliado a Morena aunque desde las elecciones del Estado de México dijo que lo haría al terminar ese proceso electoral.