Miró directo a la cámara, levantó el dedo índice de la mano derecha y retó directamente al ex gobernador Rafael Moreno Valle a abrir las cuentas públicas desde el tiempo en que el ex mandatario era un poderoso secretario de Finanzas y Desarrollo Social, en la gestión de Melquiades Morales Flores en el periodo de 1999 a 2005, hace 18 años.

Polemista, Alejandro Armenta Mier vive en medio de una tempestad política a la que fue llevado cuando fueron revelados documentos y recuperados testimonios que lo involucraron en un presunto fraude con terrenos vendidos a sobreprecios en los que se edificarían viviendas para damnificados por el huracán Dean hace diez años.

En el programa de televisión que se transmite para redes #DestozandoLaNoticia que conducimos mis compañeros Lety Torres, directora de Fauna Política; Enrique Núñez, director de Intolerancia Diario y este reportero, Armenta Mier se extendió en una explicación para una audiencia fundamentalmente política: el círculo rojo.

El encono que despertó en el grupo rival sólo puede ser explicado a la luz de la batalla electoral por comenzar. La lucha por el poder es la de los poderosos.

No se le ve amilanado a este fajador de la política que gusta de la práctica del Karate, disciplina en la que alcanzó la cinta negra. Estamos en el tatami —espacio en el que se desarrollan los combates de las artes marciales—, en la que dos caballeros combaten, ironizó.

“Ahora vendrá el judo”, como anticipando una más ruda batalla en el plano político. Admitió que espera más ataques por el activismo desplegado desde la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional.

“No debe tener tantos fierros en la lumbre”, dijo uno de sus ex correligionarios en el PRI. Y puede ser porque abrir frentes de batalla no es la mejor de las estrategias sobre todo en un político como este aguerrido legislador que también ha dado muestras de usar el método para definir estrategia. 

Exhibió documentos que lo ponen fuera de tiempo en que fue planeada la compra-venta de terrenos en la Sierra Norte, lo que parece argumento imbatible, pero entra en otra escena mucho más riesgosa, la de la seguridad personal. 

Según su testimonio, a medio día de este miércoles un desconocido se ubicó a las afueras de su casa en Estrellas del Sur para levantar registros en video. Esas ya son otras palabras.