Recién había yo terminado de leer Falcó de Pérez Reverte e iba por la calle muy contento, silbando igual que Lorenzo Falcó el pasodoble “Amparito Roca”, y recordando los certeros tajos en la femoral con los que Falcó suele quitarse de enfrente a quienes le estorban el paso; “puñalada de torero” le llaman...

En esos pensamientos estaba, cuando empezaron a llegar los primeros tuits y güatsap sobre el verdadero desastre, horrible fracaso, timo, desorganización en que se convirtió el festejo anunciado como “Benéfico” en plaza desmontable, instalada a unos metros dentro del límite del municipio de Puebla.

Y, utilizo la palabra “horrible” porque ese fue el término con el que me hicieron la reseña, algunos de los cerca de 200 asistentes; alguien dice que contó a dedo señalado: 150 personas. “Fue horrible” – dijeron la mayoría. Cuatro de los toreros anunciados se quedaron sin torear, dos por no haber recibido el pago de gastos pactado y dos más porque ya no se pudo, pero definitivamente no es así, muchachos que hemos visto llegar a alguna tienta a bordo de camionetota de falluquero con mozo de estoques, ayuda y chófer, cuando la ley del campo bravo dice que a las tientas, los maletillas deben llegar a pie, caminando o de aventón y con el hatillo al hombro, bueno: eso era en los tiempos románticos del toreo, no ahora que los apás quieren vivir de la profesión de “papá de torero”. Bellísima ilusión de tener un hijo torero, cuya historia muchas veces termina con que el prospecto de torero embaraza a la novia. Historias que se resumen en dos frases, promesas que nunca se han de cumplir: - “Prométeme que los vas a echar afuera”, y – “Prométeme que siempre vamos a estar juntos”.

Cosas como estas bien vale entregarlas al olvido, pero la experiencia debe quedar: ¡No más plazas desmontables! ¡No más empresas golondrinas! No permitir que la Fiesta de los toros sea utilizada como pretexto para festejos supuestamente de beneficio.

Mientras el otro día en la gran “México” primera de Temporada Grande donde el madrileño Julián López logró vender todo el boletaje de numerados, quedando algunos huecos en los tendidos generales de las alturas. Aunque Juan Carlos Valadez en “Joselito te engañaron como a la Malintzi” Documento adjunto: https://desolysombra.com/2017/11/20/joselito-te-engañaron-como-a-la-malinche/) menciona que “…le ayudáras al Juli a llenar el numerado”. El encierro ha dejado un gran desconcierto para los que nos preocupamos y los pelos nos jalamos para tratar de entender las cosas.

No queda la menor duda de que los herederos del Matador y Ganadero don Teófilo Gómez han logrado con su fórmula de alimentación superar aquel adjetivado de “Teofilitos”, sus toros han promediado 528 kgs., todos fueron por arriba de los 500; pero la fórmula utilizada para alimentarlos, ponerlos a punto, carece de Vitaminas “P”,”B”, y “C” que son las que dan pitones, bravura y casta. Pero, bueno al menos peso ya lo dieron y sólo falta aumentar la relación cabeza-tronco-caja, pero: que más da, mientras sigan estando en la primera página de las libretas de los veedores de la empresa. La foto 1 evidencia la falta total de estas vitaminas.

El cartel de este domingo, resulta por demás atractivo: van toros de “Jaral de Peñas” de don Luis Barroso, para los de a pie que encabeza Cayetano Rivera Ordoñez, quien reaparece después del aparatoso accidente de 3 cornadas 3 en la Feria de Pilar en Zaragoza, viene además de a incrementar su bronceado de piel, a apadrinar la confirmación de alternativa de Leo Valadez ante el testimonio de Arturo Saldivar y por delante ira el Caballero en Plaza Pablo Hermoso de Mendoza quien matará astados de… hasta el momento de cerrar estas líneas...¡No se han puesto de acuerdo! De todos modos… ¡Por allá nos vemos!

FOTO 1. Falta evidente de Vitaminas “P”,”B” y “C”. Toro, que curiosamente “tocó en suerte” a Adame.

FOTO 2.- Pues grandote, sí estaba el “Teofilito” de Julián López.

FOTO 3.- Sumiller de la vida; catador de los buenos vinos, los que le gustan a él, Cayetano vuelve a “La México”.

FOTO 4- Para un torero de alcurnia, anfitrión de primera. Doña Laura Herbert de De Villasante convidó a tentar a Cayetano.