Pasaron las horas desde que el domingo, en Twitter, se difundió la versión del desistimiento de Miguel Ángel Osorio, el secretario de Gobernación en la carrera sucesoria. El hidalguense a quien junto a Andrés Manuel López Obrador, el líder de Morena, más páginas había ocupado la edición de este año del libro Los Suspirantes, coordinado por el periodista Jorge Zepeda Patterson, había quedado fuera según las fuentes digitales.

Fue la mecha que encendió la pradera de las redes y el imaginario para anticipar lo que sucedería horas después con la renuncia a la Secretaría de Hacienda, del caballo negro del PAN y del PRI, José Antonio Meade, el hombre que de pronto reunió los mejores atributos ante los ojos de quienes incluso semanas antes lo veían distante y sin probabilidades.

Un reporte de la empresa dedicada a la consultoría para gobiernos, instituciones ciudadanas y políticas en materia de plataformas digitales, Tecnopolitica.com.mx, ubicó el impacto del fenómeno digital propiciado por el vetusto proceso de destape del virtual candidato del PRI a la Presidencia de México.

El director de la firma de consultoría digital, Arturo Alfaro Galán en su participación para el programa  Parabólica En Red, transmitido a través de FacebookLive, Periscope y Youtube, ubicó las discusiones en redes sociales y formaciones en bloque a través de un mapa de geolocalización en Puebla y en el país, que a las 2 horas del inicio del proceso de unción sumó unas 234 mil seguidores con el hashtag #MovimientoMeade2018-2022.

A través del complejo proceso de escucha digital permitió establecer que el nombre del ex secretario de Hacienda y Crédito Público se impuso a personajes locales con una mayor actividad en redes y exposición mediática como el gobernador Tony Gali; el edil, Luis Banck; y la secretaria general del Partido Acción Nacional, Martha Erika Alonso.

Presentes en esta discusión digital, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez; la ex panista, Margarita Zavala; y el tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador, con palabras de descalificación y desprecio, casi naturales en la disputa política, o peyorativas y de mal gusto (me lo voy a joder, dijo El Bronco).

Sorprendió por ejemplo la ausencia por horas de un perfil acostumbrado al protagonismo como el ex gobernador Rafael Moreno Valle, no obstante contar con un verdadero war room para episodios como el que se vivió en México el lunes pasado, conducta que termina por fortalecer la condición sumisa o colaboracionista con el proyecto del propio Meade.

El fenómeno del uso de las plataformas digitales, la tecnología y la estrategia en el proceso político en Puebla y el país tendrán un papel determinante para el rumbo del proceso político que comenzará con mayor fuerza a partir del 1 de enero del próximo año, luego de la pausa de fin del 2017.

Por primera vez y de manera unánime el comportamiento de los principales actores de la vida pública en México y Puebla a través de Twitter, Facebook o Instagram ocupó los principales espacios noticiosos de la televisión y la radio, que se limitaron a sus horarios de costumbre y el modelo de comunicación unidireccional, ortodoxo y monotemático.

La cargada digital que se pudo observar en favor del próximo candidato a la Presidencia de México por el bloque PRI-Verde-Nueva Alianza, es apenas un asomo de lo que está por suceder en los inicios del 2018. El final de ese periodo será de pronóstico reservado.