En cifras duras, el posible fracaso de la alianza de PAN-PRD-MC en el Frente Ciudadano por México beneficiaría de manera contundente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues además de que le quita al paso un potencial adversario con la fuerza de tres partidos, también pulveriza el sufragio antipriista y restaría, aunque sea en un porcentaje mínimo, votos al Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Luego de que se prevé que la candidatura presidencial de la coalición sea para un panista, como propuso, casi sentenció, este martes el presidente del Movimiento Ciudadano (MC), Dante Delgado, se abre como nunca la posibilidad de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) vaya en solitario.

Así lo quieren algunas corrientes del perredismo y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, el único cuadro con posibilidades de convertirse en candidato a Los Pinos.

De concretarse estas dos posibilidades, una alianza solamente de Acción Nacional (PAN) y MC, con el partido del sol azteca a solas, el efecto benéfico para el priismo sería doble: por un lado, se amortizaría la desbandada de militantes y simpatizantes perredistas para reforzar a Morena; y, por otro, AN perdería el estimado de entre 9 y 11 por ciento de los potenciales votos a nivel nacional, que las encuestas dan al PRD.

Estudios demoscópicos recientes describen que en un escenario sin Frente Ciudadano, el PAN es una opción muy débil, de no más de 15 por ciento de las preferencias, incluso en empate técnico con el potencial que alcanzaría la ahora aspirante independiente Margarita Zavala Gómez del Campo, a la que se sitúa con 14 puntos.

De ese tamaño es el daño que la salida de la esposa del ex presidente Felipe Calderón dejó a su ex partido y que comienza a ponderarse en las mediciones, a dos meses de su renuncia.

En aritmética simple, el desmoronamiento del Frente envía al PAN a un lejano tercer lugar –incluso en alianza con MC– y clarifica la disputa por la Presidencia de la República entre solamente la coalición que encabece el PRI, con el Partido Verde Ecologista, el Partido Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social (PES), contra Morena y el Partido del Trabajo (PT).

La medición, aún lejana de la cita con las urnas, mantiene como favorito a Andrés Manuel López Obrador de Morena-PT con entre 30 a 31 puntos.

En segundo sitio están PRI-PVE-Panal-PES con entre 25 y 20 por ciento de las preferencias, cuyo candidato es ya virtualmente José Antonio Meade Kuribreña.

De ahí, vienen el PAN con un potencial 15 por ciento, el PRD con entre 9 y 11 por ciento y Margarita como independiente con entre 13 y 14 por ciento de las potenciales preferencias electorales.

Un dato adicional, que no está de más mencionar, es que en todas las encuestas ya ni siquiera se mide al hipotético presidenciable poblano que jamás terminó de cuajar, a pesar de los cientos de millones que ha invertido en su promoción, Rafael Moreno Valle.

El ex gobernador de Puebla ya no da ni para la especulación. Está sepultado políticamente y es invisible en los momios electorales.

Es cuestión de días para que anuncie su retiro de la carrera presidencial.