Doña Adelaida de 71 años ya no llegó a su destino.
 
El lunes subió a la unidad 23 de la Ruta 3, sin saber que eran los últimos minutos de su vida.
 
Pasó en el segundo exacto en el que una bala perdida fue detonada en la acera de enfrente. 
 
Ahí terminó su vida.
 
Se fue de repente, sin oportunidad de despedirse de sus seres queridos, que ahora seguramente la lloran.
 
Lo que da más miedo, es que le pudo pasar a cualquiera que pasara en ese momento justo.
 
Incluso este periodista estaba a una calle de distancia, desde donde escuchamos las detonaciones.
 
Al llegar a la esquina de la 15 Poniente y 11 Sur, solo vimos a la joven atropellada, pero a ningún policía herido.
 
Versiones de autoridades es que un policía fue lesionado de un balazo en esa misma calle, cuando intentó revisar un auto Mazda rojo, lo que inició la persecución.
 
Dicen que al elemento se lo llevaron sus compañeros al hospital inmediatamente.
 
Por eso ya no lo vimos, dicen.
 
Lo cierto es que ahora así se vive en la ciudad de Puebla, en la zozobra de salir a las calles que dejaron de ser seguras, desde hace un buen tiempo.
 
Ahora se investiga si esa bala provino de los policías estatales o de los delincuentes.
 
Lo que ya se comprobó es que el vehículo Mazda rojo, con placas YKM2150 de Veracruz, tiene entre sus antecedentes haber estado en el cobro de un rescate por secuestro en el vecino estado.
 
Aún falta mucho por esclarecer en este tema que cimbró a los ciudadanos poblanos.
 
El desayuno
 
Hace unas semanas al coordinador estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Luis Miguel Barbosa Huerta, no le fue nada bien en una reunión que tuvo con líderes de migrantes en Estados Unidos.
 
A ese desayuno efectuado en Atlixco no cayó bien en primera instancia que llegara en una camioneta Suburban de último año, valuada en más de 840 mil pesos y con dos guaruras.
 
Luego tampoco cayó nada bien que el senador amablemente pidiera a la prensa que saliera para que pudieran hablar, aunque los migrantes eran los anfitriones y quienes invitaron.
 
Finalmente, tras cerca de dos horas y hablar cada invitado, la gota que derramó el vaso, fue cuando empezó a repartir a cada uno distintas cosas que hacer rumbo a las elecciones, cuando ni siquiera habían quedado en acuerdo de apoyo.
 
Simplemente le dijeron que cada quien ya es activista desde hace años y solo llegaban a ver que propuestas había para los paisanos y sus familias.
 
Como no hubo nada concreto, el Senador cortó la charla y se fue abruptamente, con las manos vacías en cuestión de apoyo.
 
La proeza
 
Aunque aún no se dan cifras oficiales del Padrón Electoral en Puebla, ya se nota una proeza casi imposible de lograr, para que los candidatos independientes a gobernador junten sus firmas de apoyo.
 
Así que Enrique Cárdenas, que es el más destacado de los que han alzado la mano, tendría que lograr las firmas de alrededor de 132 mil electores en 30 municipios poblanos.
 
Todos dispersos.
 
Esto significa que en los 30 días que tienen, del 8 de enero al 6 de febrero de 2018, diariamente 4 mil 400 rúbricas de adhesión.
 
O 183 cada hora del día.
 
O 3 cada minuto de esos 30 días.
 
Claro, sin descansar las 24 horas.
 
Y eso si los números no aumentan.
 
Difícil proeza.