La soberbia de Rafael Moreno Valle y la torpeza declarativa de sus seguidores complican aún más una posible negociación entre Anaya y el morenovallismo para salvar por lo menos Puebla.

En un reunión con 350 personas en el Camino Real en la Ciudad de México. Uno de los hombres más cercanos de Moreno Valle: Eukid Castañón al hacer uso de la palabra tildó a Anaya de mentiroso: 

“Sé que esto me puede traer repercusiones para mí, pero yo en una ocasión, cuando estábamos impulsando a Ricardo Anaya para presidente nacional del PAN, le pregunte que si quería ser candidato a la Presidencia de la República, y me dijo que no”.

Con estas palabras, Eukid Castañón tachó al candidato presidencial de mentiroso y embustero. “Él me dijo que no iba a ser candidato y ahora es candidato”.

Este tipo de declaraciones lejos de ayudar a una posible reconciliación del morenovallismo con el grupo de Ricardo Anaya, lo aleja aún más y complica más la crisis que vive Moreno Valle, que a toda costa busca negociar para salvar Puebla.

Un compromiso que se acordó fue que Rafael Moreno Valle llevaría personalmente a Ricardo Anaya la lista de quiénes pueden ser candidatos, incluida a su esposa Martha Erika Alonso.

El problema aquí es qué realmente quiere en el fondo Ricardo Anaya. ¿Lo quiere en su grupo?, ¿lo quiere consentir?

En una entrevista con Loret de Mola, Ricardo Anaya dijo que a Rafael Moreno Valle sólo lo puede sumar en una idea de gana, ganar.

Esto demuestra que hay una posibilidad de negociar, pero Moreno Valle sigue en su soberbia. Obviamente las negociaciones no pueden empezar y sobre todo, no hay confianza.

El morenovallismo aún no entiende que tras la derrota no está en la capacidad de exigir sino de pedir que le den otra oportunidad.