Aquí en Puebla los grupos de saqueadores “se la pelaron”, el estado, con todo y su capital quedaron blindados para no permitir la presencia de grupos que lejos de realizar alguna protesta se organizaron para perpetrar atracos, pero no pudieron.

Los grupos de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), donde el titular es Jesús Morales Rodríguez, fueron los primeros en hacer frente a la amenaza de vandalismo, capturando a dos presuntos orquestadores cibernéticos que desde sociales los citaban a puntos donde serían cometidos atracos masivos, neutralizando la logística de las pandillas.

El Ejército, además de la Policía Federal, se unificó con la SSP, además de las policías municipales del estado, principalmente, las del área metropolitana, para con presencia y recorridos inhibir a grupos delictivos.

Aquí en Puebla, bajo la administración del gobernador, Tony Gali, no ocurrió lo de hace un año, donde todos los poblanos fueron tomados por sorpresa y vivieron dos días de saqueos, ocultos en sus casas, sin celebración alguna, dejando una ciudad en penumbra y silencio y con una policía incapaz para poner orden.

En esta ocasión las fiestas del 6 de enero fueron con toda la tranquilidad que la ciudad de Puebla había tenido y que fue recuperada.

El principal punto de incidencia delictiva.

El lector recordará que el 5 de enero de 2017 el principal punto de ataque de los grupos de saqueadores fueron establecimientos comerciales del sur de la ciudad de Puebla, y fue este mismo punto donde los cuerpos de seguridad se esmeraron, sin que se registrara ningún incidente de saqueo.

Las pandillas quedaron nulificadas y tuvieron que retirarse sin llevar un solo botín.

Conocedores del manejo de la seguridad en Puebla consideran que la detención de los dos presuntos orquestadores cibernéticos, fue fundamental para desbaratar una logística delictiva que se habría armado desde los primeros días de este año, tomando como ejemplo lo ocurrido en 2017.

De hecho, no se descarta, en esta ocasión, la participación que tendrían grupos delictivos, como lo que se han organizado para robo de hidrocarburo o saqueos de trenes, sólo que no los dejaron.

La gran mayoría de las llamadas que al 911 llegaron desde el jueves 4 de mayo, fueron hechas por burlones, aunque hubo efectuadas por delincuentes que sólo buscaba conocer la capacidad de tiempo y respuesta de los cuerpos de seguridad.

En Acajete una intentona y un incendio

El domingo la SSP desmintió que en el municipio de Acajete se hayan registrado saqueos e incendios como consecuencia de estos.

Se dijo que recibieron reportes por el saqueo a una tienda Coppel, pero ese no ocurrió, además de que hubo daños a la sacristía por un incendio, pero fue provocado por una veladora que cayó.

Nos vemos cuando nos veamos.