La renuncia a la Secretaría General de Martha Erika Alonso la noche del viernes fue la primera señal de la sumisión de Rafael Moreno Valle al proyecto presidencial de Ricardo Anaya y a la renuncia del suyo.
Ayer domingo, en su cuenta de Twitter, el propio Rafael emitió un mensaje para anunciar su integración a la coalición “Por México al Frente”, lo cual implica un acuerdo político entre Ricardo Anaya y Moreno Valle.
Ante la sumisión morenovallista, los reclamos de diferentes seguidores del hasta ayer suspirante poblano no se hicieron esperar.
Desde algunos que ilusamente creyeron las bravuconadas de su líder político, que aseguraba que no se sometería a la auto imposición de Anaya, hasta los de personajes como Javier Lozano que se dijo sorprendido por no haber sido consultado ni notificado pese a sentirse parte de su equipo.
Que lloriqueen quienes no lo conozcan y quienes no entiendan que así es la política.
Las amenazas de Rafael nunca fueron serias ni reales, él buscaba revaluar sus canicas y la sumisión era cuestión de tiempo.
Y por supuesto no lo iba a consultar con absolutamente nadie. Es su naturaleza. Rafael es él, después él y al final él. No podía ser de otra manera.
Ahora lo interesante será conocer por cuánto las entregó. Las canicas, claro.
Lo que es un hecho es que ya hay candidata a Casa Puebla.
La duda es si en el paquete además de la candidatura de Martha está la plurinominal al Senado, la coordinación de la bancada y hasta la presidencia nacional del PAN. Todo para él.
Eso lo sabremos con el tiempo, pero de lo que pueden estar seguros todos los morenovallistas, es que en ninguna parte de la negociación estuvo alguien más que Rafael y su mujer. Es decir, sólo él.
El único problema para Rafael es que la naturaleza de Ricardo Anaya es exactamente la misma. Tienen el mismo ADN. Ricardo es él, después él y siempre él.
Así que creer que más allá de la candidatura de Martha, Ricardo le cumplirá los acuerdos, es como creer que Rafael le va a cumplir a sus seguidores.
Lo que sí es un hecho es que en Puebla irán juntos y que las posibilidades de triunfo son altas.
Habrá que ver cómo capitalizan los candidatos de Morena y el PRI la vulnerabilidad que genera un escenario de reelección morenovallista en Puebla.
Y también veremos si logra Martha Erika librarse del karma negativo de su esposo, a la vez que aprovecha la fortaleza de sus estructuras.
Sólo el tiempo nos dirá si PRI o Morena lograron sacar provecho a las debilidades de Rafael o si fue Martha la que logró capitalizar las fortalezas de su marido.
Veremos y diremos.
Cambios en el gabinete de Tony Gali
El retorno a Puebla de Raúl Sánchez Kobashi no será a la principal de la Secretaría de Finanzas, sino a la que dejó acéfala Javier Lozano en el CIS, como jefe de la Oficina del Gobernador.
Como experto auditor, desde ese punto clave Kobashi coordinará el cierre de la administración estatal, lo cual le dará a Tony Gali la seguridad de que no dejará muertos en el closet.
En Finanzas será ratificado el hoy encargado de despacho, Enrique Robledo Rubio, quien además es gente del propio Kobashi. Aunque es bien sabido que la verdadera operación de esa secretaría recae en manos de los subsecretarios Paco Zúñiga y Rafael Ruiz.
El lugar de Michel Chaín, de quien anticipamos su renuncia en esta columna, se menciona la ratificación de Jaime Oropeza, aunque esto no es un hecho.
A la dirección del Colegio de Bachilleres Cobaep, arribará Jesús Saldívar, quien dejará vacante la dirección de Conalep.
Y la posición que el gobernador Gali va a definir hasta mediados de semana es la dirección de CAPCEE, toda vez que Jorge Benito Cruz solicitó licencia para dirigir desde ayer al PRD estatal.
Esos serán parte de los primeros ajustes al gabinete, los demás vendrán conforme se definan las candidaturas a diputados y alcaldes.
Y seguramente los cambios se vendrán por racimos.