Un anuncio espectacular localizado sobre la 11 Sur y bulevar Juan Pablo II podría colocar en una condición riesgosa al edil de la capital, Luis Banck Serrato por un contexto particular que atenta contra el ritual político, en la víspera del informe de gobierno de Tony Gali, el Jefe del Ejecutivo.

Parece error de principiante, sólo comparable con el despropósito cometido por un imberbe Michael Chaín, el ex secretario de la Secretaría de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico que apostó todo por una anuncio de portada en la Revista 360 Grados con una cabeza incómoda: “Michel Caín da vida a la Célula”.

La versión contada por el periodista Enrique Núñez en la columna Contracara de Intolerancia Diario documenta el tropiezo de un  joven servidor público que cometió un pecado imperdonable, según dicta la ortodoxia política: colocarse prendas que no le correspondían.

De todos es sabido que la operación para colocar en la zona de Libres la llamada industria militar fue obra de la capacidad de interlocución de Gali Fayad con el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos.

Banck Serrato, que ha sido un edil sobrio y empeñado en ofrecer resultados satisfactorios, juega en una partida audaz en momentos en que nada debe ser más atendido en la esfera pública que el “día del Gobernador”, según dictan las reglas del poder.

El anuncio de la revista Líder en la intersección de las calles citadas bajo la cabeza “Luis Banck pone el acelerador al cambio en Puebla” parece igualmente tan audaz como la que costó esfuerzo, talento y trayectoria a Chaín, perdido en el olvido y el desprecio de la clase política en turno

La permanencia de esa autopromoción invoca el viejo refrán que dice que no por mucho madrugar amanece más temprano. Sobre todo en momentos en que la guerra interna comenzará a intensificarse para ganar espacios de poder.

Los grupos políticos dentro y fuera del Partido Acción Nacional reúnen pertrechos para lanzar misiles a la hora de la verdad. La calidad de los servicios en una ciudad de las dimensiones de Puebla capital está lejos de ser pólvora mojada. Alguien debería sugerírselo.

Los juegos de audacia suelen conducir a dos caminos: al éxito o al fracaso. Los pasos en falso suelen tener costosas facturas y el edil capitalino no parece tener esa condición, sino al contrario: el trabajo metódico había sido su sello.