La tarde del sábado en la ciudad de Puebla, de manera precisa la colonia La Joya, fue el escenario de una agresión armada, como consecuencia de la venta de las drogas.

Daniel Trinidad Cruz, que de acuerdo a lo que dicen los vecinos, se dedicaba a la venta de drogas como la heroína, marihuana y cocaína, fue ejecutado a balazos por sicarios que llegaron cuando este hombre se encontraba comiendo con varios integrantes de su familia.

Pero además de la ejecución de Daniel Trinidad, en lo que se considera como un ajuste de cuentas entre narcomenudistas, hubo más víctimas.

Junto con el presunto vendedor de drogas, también fue asesinado Mario Alberto Cruz Peña, quien era su cuñado, y resultaron heridos el suegro de Daniel, otro de sus cuñados y uno de sus sobrinos.

Víctimas circunstanciales, como se estila decir.

El escenario de la agresión fue una especie de fondita donde se venden cervezas y caguamas, además de botana, que se ubica en calle Agua Marina y Cuarzo, en la colonia La Joya, poco antes de las 18 horas.

Los tiradores llegaron en una camioneta de color negro, hasta donde se encontraba el grupo de personas comiendo y sin más comenzaron a disparar, cayendo primero Daniel y luego los integrantes de su familia política.

Una vez que cinco cuerpos quedaron regados en el piso, los homicidas se retiraron.

Los vecinos de inmediato llamaron al 911, acudiendo paramédicos en ambulancias de SUMA, prestando auxilio a las víctimas, que fueron trasladadas a hospitales de la ciudad de Puebla, además de que reportaron a la Fiscalía General del Estado (FGE), para reportar lo ocurrido.

Los dos hombres fallecidos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo), en tanto que la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), se hizo cargo de iniciar las indagatorias correspondientes.

 

La guerra por la plaza

En diversos puntos de la Unidad Habitacional de La Margarita y hasta las inmediaciones del Cereso de San Miguel, operan reducidos grupos de narcomenudistas, quienes adquieren breves cantidades de droga que luego venden a sus vecinos o viciosos de la zona, obteniendo ganancias que les sirven para vivir sin trabajar.

Investigaciones realizadas por grupos especializados en el seguimiento de casos de narcomenudeo indican que estos comenzaron a competir en la venta de alcaloides, contando con el apoyo de grupos delictivos de otros estados, quienes les han proporcionado el enervante a menor precio y a menor calidad.

Así las cosas, el precio de las drogas ha bajado a consecuencia de la competencia.

Por el control de los principales puntos de venta o plazas, en el año del 2017 se registraron casos de ejecuciones perpetradas por sicarios llegados desde la Ciudad de México, Oaxaca o Veracruz.

Nos vemos cuando nos veamos.