La escena se produjo en un club deportivo de clase media alta. Tres hombres de edad mayor hablan con pasión de dos temas inevitables en estos días: fútbol y política. Con más intensidad el segundo tema, sin menor cuidado de que el resto de los usuarios escuchen el hilo de la charla.

“A ver cómo nos va con la elección”, dice uno de ellos, tal vez el de mayor edad. Sus dos interlocutores con la mirada en el piso asienten con la cabeza mientras sus miradas permanecen clavadas al piso. Escuchan al de la voz, que sigue la lógica de una narrativa que se generaliza en toda reunión.

“Que no le vayan a volver a hacer trampa”, dice y ahí viene una reacción casi automática, de reprobación. Se refieren a Andrés Manuel López Obrador, el aspirante presidencial que despierta odio o simpatía en un electorado que claramente muestra síntomas de agotamiento frente a las marcas partidistas que han detentado el poder.

Y es que si todos los caminos conducen a Morena, al menos en el escenario poblano, a nivel nacional los chairos o pejezombies se reproducen exponencialmente, sugieren distintos métodos de medición de la opinión pública.

Una de las muestras que circula en redes y atribuida a la Presidencia de la República —la cuarta en fase final, dice el propio estudio—, confirma la tendencia favorable al Movimiento de Regeneración Nacional con un 29.23 por ciento al 31 de enero contra 21.74 del Partido Acción Nacional; y 19.85 del Revolucionario Institucional.

A la pregunta ¿Por qué partido o coalición definitivamente no votaría usted? El partido del presidente Enrique Peña Nieto obtuvo un 40.51 por ciento; el PAN un 22 por ciento; y Morena 21.87.

Sin importar el partido político en el que milita o con cual simpatiza ¿Quién considera usted que es el mejor candidato para la Presidencia de la República?, el líder de los chairos y pejezombies alcanza un 31 por ciento; Ricardo Anaya, 22; y José Antonio Meade, casi 20 puntos. El universo de indecisos alcanzó un 15.4 por ciento.

Con los resultados de la medición efectuada entre el 27 y 29 de enero con una muestra de 2 mil 500 entrevistas con un margen de error de 3 por ciento se puede entender el contexto político en el que termina la semana, los flancos de abierto ataque y el nerviosismo que cunde por todos lados.

Chairos y pejezombies se multiplican en todos los estudios de opinión.