Si usted sabe dónde se ubica “El Triángulo Rojo”, municipios donde el robo de hidrocarburos es una constante, ahora le voy a decir qué municipios componen otro triángulo, en este caso donde desaparecen vehículos, camionetas y transportes de carga.

Los municipios de San Martín, Amozoc, Acajete, Tepeaca, Acatzingo, Huixcolotla, Los Reyes de Juárez, Quecholac, Palmar de Bravo y Tecamachalco.

Es en esta zona donde ingresan transportes de carga y no salen del otro lado.

Por una sencilla razón, es en estos lugares donde operan las principales mafias de robo a transportes.

Camiones, trailers o camionetas que transportan abarrotes, materiales para la construcción, ropa, aparatos electrodomésticos y de línea blanca, que necesariamente tienen que pasar por estos tramos son asaltados por hombres armados, quienes tienen la forma de inhibir los localizadores GPS.

Y en la mayoría de las ocasiones es en la Junta Auxiliar de Huixcolotla donde las cargas robadas son guardadas en bodegas, de las que muchas autoridades saben la ubicación, pero por alguna razón se quedan calladas.

FGE las otras corruptelas

Y resulta que la recuperación de estos transportes robados ha generado otros tipos de corrupción, donde servidores públicos de la Fiscalía General del Estado (FGE), son quienes se han llenado los bolsillos.

Y es que las empresas blanco de asaltos, son también blanco de abusos por parte de quienes tienen a cargo la devolución de vehículos asegurados.

Y resulta que a la empresa afectada o a la persona afectada le exigen que lleve un abogado para que los represente y recomiendan a litigantes que obviamente son sus amigos y éstos de entrada piden la suma de 25 mil pesos.

De este dinero 10 mil son del abogado, 15 mil para el Fiscal, sólo para la primera atención.

Lo del arrastre tiene otro precio, así como el cobro del piso y otras menudencias más.

Si se cumple con este trámite del efectivo, entonces en tres meses está de regreso la unidad.

Por esto mismo las empresas del transporte o el sueño de vehículos robados, cuando éstos aparecen, prefieren pasarle una manita a la policía que lo recuperó, para que no lo pongan a disposición de la FGE, para evitarse todos los trámites antes nombrados.

Y quien no llega a cumplirlos es víctima del tortuguismo en todo su esplendor.

Le comento que las policías que están recuperando más vehículos de carga abandonados son de los municipios de Acatzingo y Huixcolotla, además de la Policía del Estado.

Nos vemos cuando nos veamos.