El proyecto de entubamiento del agua de las cuatro presas que existen en la Mixteca poblana, abre la posibilidad de contar con más de 6 mil hectáreas de riego, allí en una zona en donde los proyectos indicaban que serían solamente 3 mil y que, en la realidad, no rebasa las 850 desde los años 80 del siglo pasado.

No obstante de sus bondades, este planteamiento todavía enfrenta la incredulidad de los propios usuarios así como de las propias autoridades locales a juzgar por sus ausencias a las convocatorias.

Pese a ello, la innovación hídrica y agroalimentaria está haciendo su parte en el desarrollo de la mixteca poblana para beneficio de miles de campesinos.

Hace ya varios años nos planteamos el reto de mejorar la alimentación y abasto de agua para la ganadería de esta región.

Desde 1991, cuando nadie creía en las propuestas, empezamos a trabajar con los ganaderos directamente en sus comunidades. Muchas praderas y jagüeyes se promovieron para tener una mejor ganadería. En el año 2000 se pudo introducir a esta zona la raza caprina Boer.

Más adelante, nos echamos a cuestas impulsar un proyecto de Doble Uso del Agua mediante el desarrollo de un Proyecto Regional para las Mixtecas.

Así, a través del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas, en Tehuitzingo estamos validando la producción de pescado bagre y el cultivo de higo utilizando en el riego la misma agua que se utiliza para los peces. Aún, y pese a los resultados, casi nadie cree en esto.

Uso eficiente e innovador de las presas mixtecas

En Tehuitzingo, con el apoyo del área hidroagrícola de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en Puebla y de los directivos de esta dependencia a nivel nacional, se concibió con los usuarios de la Presa Boqueroncitos instalar un sifón en la cortina y una línea de conducción hasta las parcelas que permita tecnificar el riego con la presión natural del agua.

Con el apoyo de CONAGUA, los usuarios y el Gobierno del Estado, ya se instalaron las primeras 26 hectáreas de este proyecto y cuya meta son 400 hectáreas.

Por su parte, en Tzompahuacán, municipio de Chietla, grandes esfuerzos se realizan por los productores, usuarios de la Presa Cayehuacán la cual se encuentra ubicada en el estado de Morelos debido a que los usuarios poblanos tienen un derecho de agua de mil hectáreas, por lo que, para mejorar su uso se han construido algunos tramos entubados con lo que han avanzado en la modernización del riego.

También aquí, se proyecta entubar directo de la presa y tecnificar el riego con lo que podría llegarse a un horizonte de 2 mil hectáreas con la misma agua.

Asimismo y derivado del sismo del 19 de septiembre del 2017, cuatro acueductos fueron dañados en sus estructuras por lo que el suministro de agua para riego a la zona cañera fue suspendido. En la propuesta de atención, se acordó con los usuarios instalar líneas de tubería alterna a los acueductos para restablecer su servicio más rápido.

En Escape de Lagunillas, Chietla, la obra propuesta fue instalar un tubo de 32 pulgadas para conducir el agua a lo largo de 3.3 km. Contrario al acueducto original, esta línea se realizó alejada de la población para evitar inconvenientes inherentes que provocan este tipo de obras.

Al instalar el tubo y por el desnivel existente, se ganó presión lo que hoy garantiza la tecnificación del riego en las 300 hectáreas que los usuarios tienen sembradas con caña de azúcar. En este caso, una afectación se convirtió en una oportunidad de mejora para la producción.

Y, para cerrar este recuento de acciones innovadoras, en Zolonquiapa, Tilapa y en Matzaco, comunidades pertenecientes a Izúcar de Matamoros el superintendente de campo del Ingenio Atencingo, Galdino Alvarado Rodríguez, explicó una forma de riego que permite ahorrar el 50 por ciento del agua y subir entre 25 y 40 toneladas por hectárea los rendimientos de la caña de azúcar.

A esta técnica se le llama siembra tipo piña y consiste en poner agua solo a uno de cada dos surcos; la humedad del surco regado es suficiente para el resto.

Hay antecedentes de este tipo de siembra en Tamazula, Jalisco, por lo que se convino hacer un viaje de estudios por parte de productores cañeros.

Una obligación, la coordinación interinstitucional

No puedo dejar de mencionar también, el apoyo de más de 200 millones de pesos que el Gobierno de la República otorga para la rehabilitación del túnel Portezuelo, el cual lleva el agua de la Presa Valsequillo hacia el Río Nexapa con lo que se riegan más de 4 mil hectáreas de caña, así como también el apoyo a la rehabilitación de la presa derivadora Barrios Occidentales de Izúcar de Matamoros, que beneficia a más de 300 hectáreas; ambas, afectadas por el sismo del 19 de septiembre.

Todo estos temas los verificamos durante dos jornadas interinstitucionales que hicimos a los sitios mencionados con la participación y apoyo del delegado de SAGARPA, Hilario Valenzuela Corrales; el Director Estatal de FIRA; Jesús García Moya: y, un grupo de investigadores de la BUAP del Instituto de Ciencias.

En la zona cañera, la invitación estuvo a cargo de Gabriel Conrado González, de la CNC y de Amado Nieva, del Ingenio Atencingo. De estas vistas se derivaron compromisos y acciones que ya estamos atendiendo en mesas de trabajo.

Quiero enfatizar que la coordinación interinstitucional es una obligación de todos los servidores públicos pero que, lamentablemente, las leyes y reglas de operación que rigen a las dependencias dificultan su práctica por lo que queda sujeta a la voluntad o disposición de cada uno de los actores.

*Director de la Comisión Nacional del Agua en Puebla.