Los sicarios que de manera furtiva ingresaron al taller de motocicletas que se ubica en la calle 3 Sur, esquina con Artículo Primero, de la colonia Constitución Mexicana, para desatar una carnicería con saldo por el momento de un muerto y dos heridos, debieron haberse equivocado de lugar y de personas. 

Atacaron a un guardia de seguridad del Parque Ecológico, a un albañil y a un mecánico, pero no a tres narcomenudistas y, presumiblemente, ni siquiera viciosos.

El ataque armado ocurrido a las 13:40 horas del domingo, en el taller mecánico fue mal planeado, por lo que hace a quienes iban a ser las víctimas.

Quienes les dieron a los sicarios la dirección donde se iban a dar un baño de sangre, se equivocaron. 

Como suele hacerlo la policía en forma cotidiana.

Pero con una equivocación más grave. 

De las víctimas 

El joven que falleció en el área de urgencias del Hospital General del Sur, Luis Ángel Hernández Cortés, a consecuencia de una herida de unos 20 centímetros en el cuello y por arma blanca, trabajaba como vigilante en el Parque Ecológico, no era narcomenudista.

José Cristian Martínez de la Cruz, de 24 años de edad, herido de un balazo en el tórax, es mecánico y de acuerdo con sus vecinos no se dedica a la venta de drogas.

José Luis Martínez Hernández, de 54 años de edad, el padre de José Cristián, herido de una cuchillada en la cabeza, es albañil, no narcomenudista. 

Por cierto, este hombre, internado en el Hospital General del Sur, se debate entre la vida y la muerte.

Esta inconsciente, presenta un cuadro de traumatismo cráneo encefálico con exposición de masa encefálica, los médicos que lo atienden sostienen que de un momento a otro podría perder la vida.

Los tres hombres que le comento fueron confundidos. 

No había motivo para que cuatro sujetos que iban en un vehículo Jetta con los vidrios polarizados, los hayan masacrado de esa forma.

Por cierto, no es la primera vez que sicarios confunden a sus víctimas.

Las investigaciones de este caso aún continúan. 

Seguiremos informando. 

Nos vemos cuando nos veamos.